EDITORIAL Sergio Sarmiento Caricatura Editorial Columna editoriales

Atacar a Leticia

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

La semana pasada las autoridades del municipio de Gómez Palacio convocaron a una rueda de prensa para informar que se habían detectado anomalías en el ejercicio del anterior trienio por más de 450 millones de pesos.

El argumento es que la Administración que encabezó Leticia Herrera Ale no había cumplido en tiempo y forma con las observaciones que la autoridad correspondiente les había hecho acerca de ciertas operaciones realizadas con el recurso monetario del Ayuntamiento de Gómez Palacio, y que por ello salían a la opinión pública a declarar los presuntos faltantes.

¡Vaya noticia! Un político (en este caso una mujer, la actual alcaldesa, Marina Vitela) se atrevía a sugerir mediante subordinados, ya que ella no encabezó la dichosa rueda de prensa, que la hija del connotado Carlos Herrera Araluce (q. e. p. d.) había al menos permitido, aunque sea por omisión, que durante su administración dinero público fuera robado de las arcas gomezpalatinas.

Fue un lance de la presidenta Vitela sin precedente alguno, ya que Leticia Herrera, que cuenta con una trayectoria política amplia -puesto que ha sido diputada federal, senadora y dos veces alcaldesa de su ciudad-, jamás ha sido tildada públicamente de deshonesta de esa manera.

Herrera Ale es miembro de una familia que formó su padre, don Carlos, y quienes son socialmente conocidos en sus formas de proceder: recios, severos y voluntariosos por una parte; pero también volcados en repetidas ocasiones a la ayuda comunitaria en tiempo y en dinero, que de su peculio ha sido destinado a la ayuda de muchas causas. La capacidad industrial y económica del emporio que construyó Herrera Araluce ha contribuido en lo económico a que La Laguna también haya tenido desarrollo y prosperidad, como actualmente sigue sucediendo con sus sucesores.

En el ejercicio público, en el caso de Leticia, quien es el único miembro de la familia además de su progenitor en ocupar puestos de elección popular, es de sobra conocido su estilo de comportarse. Forjada por su padre, como ella misma lo ha comunicado, era común que sus colaboradores le temieran, sabedora de las reacciones y alcances que pudiese tener. Pero hasta ahora en lo público no se había atrevido a señalarla como capaz de desviar recursos, como lo han hecho los funcionarios de Vitela.

Tan repentina fue la revelación del faltante como la oportunidad de la operación del grupo político de Herrera para contener los daños. Al día siguiente de la rueda de prensa, en los medios se referían a la aceptación de la propia Marina que su administración ciertamente se ejerce el nepotismo, ya que tres familiares cercanos a ella trabajan en el ayuntamiento.

También se informó claro de la denuncia pública del faltante millonario, pero no en la dimensión que lo habían pretendido de inicio. Quizá hubo una falta de cálculo de los primos del enorme peso económico, político y social que representan sus ahora antagonistas.

Sin embargo, más allá de las irregularidades que pudiesen existir y que de una u otra forma deben ser aclaradas o en su caso castigadas conforme a la ley, lo que subyace detrás de todo esto es que la lucha por la gubernatura del estado de Durango que habrá de renovarse dentro de un poco más de dos años está empezando a arreciar.

En el caso de Marina Vitela, es una realidad que ella cuenta con amplias posibilidades de alzarse primero por la propia candidatura al Gobierno, bajo las siglas nada menos y nada más que de Morena, el partido del presidente de México, quien acumula un poder que desde hace décadas nadie tenía. Si encima notamos que los legisladores federales y locales de su mismo partido no tienen cartel y que en la capital del estado el candidato de su partido se fue hasta el quinto lugar, queda claro que ella va en caballo de hacienda.

Quizá por ello tomaron la decisión de atacar a Leticia, quien ha dicho que apostará todo su capital político para esta vez sí estar en la boleta electoral que defina al próximo gobernador, y es una rival natural, ya que son las dos laguneras y obviamente mujeres.

La lucha será tan encarnizada para tomar la silla que hoy ocupa José Rosas Aispuro Torres que están dispuestos a enfrentar al herrerismo como lo acaban de hacer; sugiero la sustracción del dinero de Gómez. Habrá que estar atentos al siguiente capítulo de esta saga por el gobierno duranguense.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: NO HAGAS COSAS BUENAS...

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1668347

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx