La senadora tabasqueña atribuyó las obras de remozamiento del inmueble a un acuerdo de la Junta de Coordinación Política.
La presidenta del Senado, Mónica Fernández, dijo tener "la certeza" de que los gastos de remozamiento no alteran el plan de austeridad del Senado.
Sin embargo, la legisladora morenista solicitó al titular de la Secretaría General de Servicios Administrativos, Mauricio Farah, un reporte sobre el cambio de alfombras, pisos y plafones, así como de pantallas y del sistema dactilar que usan los senadores para votar.
"Ya le pedí (a Farah) que nos haga un informe detallado de todo lo que se está gastando, de todo lo que se está haciendo para que se le informe al pleno qué es lo que está pasando. O sea, que es lo que se hizo o lo que se está haciendo", dijo.
"Tengo la certeza de que no se están excediendo en nada de nuestro plan de austeridad, porque hay instrucciones que nadie se puede pasar en el plan de austeridad; entonces esto se debe estar haciendo dentro de nuestros márgenes que tenemos al interior", observó.
La sede ubicada en Paseo de la Reforma, misma que inició operaciones en 2013, es remodelada en el actual periodo vacacional. Al edificio se le cambian losetas, arcos y cámaras de seguridad, pese a la austeridad republicana pregonada por Morena.
Fernández reconoció que quienes acuden al recinto legislativo saben que hay filtraciones y no se ha hecho mantenimiento en años.
"Al menos las alfombras en muchas partes están rotas, remendadas, lo que ha ocasionado que mucha gente se caiga y que tengan un percance", comentó.
La senadora tabasqueña atribuyó las obras de remozamiento del inmueble a un acuerdo de la Junta de Coordinación Política.
"Yo salí del Senado desde el día 19 y, la verdad, ya no vi que estuvieran haciendo esos arreglos", justificó.
