
DICHOS DE SOR JUANA
NO HAY DEIDAD SEGURA
AL ALTIVO VOLAR
DEL PENSAMIENTO
Lo primero que puede venir a la mente al conocer esta máxima de Sor Juana es que se podría pronunciar cuando se comentara la actuación de un gobernante -a pesar de que no se sienta deidad-, gobernante que merece la crítica, el escarnio, la punición verbal de su sociedad. Aunque los críticos, los escarnecedores, los punitivos no necesariamente actuaran con la altivez prevista en el verso. Sin embargo debe aclararse que el término altivo en el proverbio de La Americana Fénix que aquí se comenta no puede leerse como equivalente de soberbio, orgulloso, altanero, arrogante porque su sentido originario es sencillamente alto (del latín altus: alto, altivo, elevado).
La máxima sorjuanina es parte de un poema en endechas que la Emperatriz del Idioma escribe para explicar el sentido de su afecto por la virreina. Tal estrofa dice: "Que mirarte tan alta / no impide a mi denuedo; / que no hay deidad segura / al altivo volar del pensamiento". Así pues, el sentido de los versos de la Décima Musa es que su pensamiento se eleva hasta las alturas donde, como los dioses, puede ubicar a la virreina.
Por lo demás, es sabido que el pensamiento tiene la facultad de navegar por el infinito gracias a su esencial libertad. Así, con esa su consustancial libertad, el pensamiento está habilitado para alzarse hasta las alturas donde radican los gobernantes; por otra parte, volviendo al párrafo inicial, el pensamiento en su infinita libertad es competente para vulnerarlos, como se anotó, con la crítica, la befa, el ludibrio, armas del propio pensamiento. Como Sor Juana dice: "no hay deidad segura / al altivo volar del pensamiento".