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Verdades y rumores

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EL AGENTE 007

Dicen que tras la jornada electoral en la que el PRI de Coahuila, como el de todo México, sufrió un descalabro histórico, no todo son malas noticias en el Palacio Rosa de Saltillo. Como ya lo habían comentado nuestros subagentes en la misiva pasada, uno de los grandes perdedores de la elección en la provincia fue el priismo moreirista, debido a que muchos de los candidatos fueron palomeados por el exgober Rubén, además de que fungió como uno de los operadores principales del tricolor a nivel nacional durante la campaña. Este hecho significa, en principio, que el gober Miguel Riquelme tendrá que gobernar una entidad con el menor número de alcaldías tricolores en toda la historia coahuilense...

Sólo dos diputados federales afines, y con los dos senadores de mayoría de Morena y un gobierno federal de este mismo partido, aunado a que en el Congreso local la oposición cuenta con la mayoría simple. No obstante, dicen los que saben que la derrota abre una ventana de oportunidad para don Miguel. Con todo y que Moreira II logró colarse al Congreso federal por la vía plurinominal, es casi un hecho que ya no tendrá posibilidad de seguir metiendo las manos y los pies en la provincia como hasta ahora lo venía haciendo. De esta forma, el mandatario estatal podrá comenzar, ahora sí, a desplegar sus planes y a acomodar las cosas más a su conveniencia sin tener que cuidarse tanto de las formas con su antecesor. Dicen los que saben que este nuevo escenario podría significar el inicio de una serie de cambios interesantes en el gabinete, en donde veríamos la sustitución de piezas vinculadas al viejo moreirismo por cuadros más cercanos al naciente riquelmismo. Pero también significaría una recomposición del PRI a nivel estatal, la cual estará supeditada a la purga y reestructuración que se lleve a cabo en el priismo nacional. A esta película, aún le cuelgan varias escenas.

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En donde no hay visos de que vaya a haber cambios, al menos en el corto plazo, es en el gabinete del alcalde reelecto Jorge Zermeño. Y es que el holgado triunfo del domingo, en el que amplió su ventaja con respecto a la elección de 2017, le ha dado la excusa perfecta para decir que no tiene por qué hacer modificaciones ya que la ciudadanía no sólo le ratificó la confianza si no que le otorgó más. Claro que en este análisis no menciona que en la contienda que acaba de pasar don Jorge prácticamente no tuvo rivales y que el efecto López Obrador, lejos de afectarle, le benefició, ya que el candidato morenista a la alcaldía y hoy flamante regidor electo, Ignacio Corona, en vez de quitarle votos al panista, como era la jugada, terminó por restárselos al suspirante priista José Antonio Gutiérrez Jardón, quien no ha decidido si se quedará como regidor o no. Los agudos observadores de la cosa pública local consideran que tal vez don Jorge debería pensar dos veces su decisión de quedarse con el equipo actual, a la luz de las pifias y travesuras que algunos de sus colaboradores han cometido. Y en este tenor, no caería mal algo de autocrítica, para no defraudar las altas expectativas que la ciudadanía ha generado respecto a la tercera administración municipal zermeñista. Ya se lo dijo el alcalde al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador: “que se baje de su pedestal”. Válido para quien gobernará desde Palacio Nacional, como para quien despachará desde Palacio Municipal. ¿No cree usted, estimado lector?

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En donde no quieren dejar enfriar la pólvora tras la elección constitucional es en el PAN de Torreón. Y es que ha comenzado ya la pugna por ver quién dirigirá los destinos de ese partido en el ámbito municipal. Los subagentes disfrazados de matracas azules cuentan que Maru Cázares se quiere reelegir como presidente, pero que ya saltaron algunos que van a disputarle el cargo. Entre ellos figuran la ex regidora y hoy subsecretaria de Asuntos Políticos del municipio, Ángela Campos, y el secretario del Ayuntamiento, Sergio Lara. Dicen que doña Maru fue de las que se empeñaron en revivir al zermeñismo para la contienda por la alcaldía en 2017 y así asegurar este municipio para la causa de Guillermo Anaya en la gubernatura, pero bajo la condición de que don Jorge gobernara sólo por un año, lo que finalmente quedó descartado con la reelección. Cuentan que esta jugada al equipo de Zermeño no se le olvida, porque era obvio que sólo querían utilizarlo para asegurarle los votos a don Memo en Torreón. Pero ya se vio al final que no le fue suficiente a Anaya, quien fracasó en su segundo intento de convertirse en gobernador e, incluso, obtuvo menos votos que el hoy alcalde en este municipio. Finalmente Cázares también logró quedar como diputada local gracias al efecto Zermeño, aunque por poco, ya que se enfrentó a Rigo Fuentes, experimentado operador priista. Una de las críticas que se lanzan contra doña Maru como dirigente del blanquiazul en Torreón es que no se le ha visto mucho trabajo al partido a nivel municipal, ya que la mayor parte de las decisiones se toman desde Saltillo, por lo que hay quienes consideran que más que un comité, es una delegación.

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En la apacible Ciudad Lerdo, cuentan que el PRI y el PAN ya se andaban disputando la presidencia municipal de 2019... hasta antes del resultado catastrófico para ambos partidos en la región el domingo pasado. Ya se perfilaban Jacqueline del Río, candidata del PRI a la diputación del distrito local IX; Homero Martínez, extesorero de Lerdo, y por supuesto el “Hijazo de mi Vidaza” Samir Rivera, presidente honorario del DIF y vástago de la alcaldesa María Luis González Achem. Por el PAN se veía claramente el regreso de Rosario Castro a la arena política con miras de nuevo a la alcaldía. Pero nadie previó que el huracán Andrés Manuel azotaría muy duro a La Laguna, y las cosas han cambiado. Ahora dicen que tal vez después de 10 años de buscar ser alcalde, primero por el PRI y luego de forma independiente, por fin se le puede hacer obtener la presidencia municipal a Fernando Ulises Adame de León, coordinador regional de Morena, quien fuera ya candidato independiente en 2016 y que, por cierto, sacó una votación nada despreciable dadas las condiciones objetivas y con una campaña muy austera. No hay que olvidar que en el Cabildo de Lerdo si Morena alcanzó lugar, fue justo por eso.

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Y ya que andamos por aquellos lares, cuentan que el más sorprendido en haber ganado la elección fue un candidato de Morena. Y es que mientras el distrito XIII, correspondiente a toda la zona urbana de Lerdo, era peleado con uñas y dientes tanto por el equipo de la candidata panista, Rosario Castro Lozano, así como por el equipo de la priista Flora Isela Leal Méndez (quien por cierto ya regresó al Cabildo de Lerdo), fue Pedro Amador, postulado por el partido del Peje, quien se llevó el triunfo con un sorprendente 34 por ciento de los sufragios. Dicen que don Pedro no gastó “ni un peso” en la campaña y abiertamente muy sincero dijo que no tenía propuestas, ya que sólo iba a las casas a saludar y ver qué se le ofrecía a la gente. Además, para eso de la media noche del domingo, día de la jornada electoral, el entonces candidato andaba muy alegre en el bailongo que se celebraba en Lerdo por el triunfo de AMLO preguntándoles a otros compañeros de partido, por mera curiosidad y con una inocencia pocas veces vista, que quién había sido la afortunada ganadora del distrito XIII. Esto mientras que en las instalaciones del PRI y del PAN de Lerdo para esas horas ya sólo se tocaba el Son del dolor, sabiendo que los números no les favorecían en el conteo de sus representantes electorales que señalaban la tunda recibida. Ahí está que, sin decir agua va, fueron otros morenistas los que tuvieron que darle la buena nueva a don Pedro de que él ya tenía su lugar seguro nada menos que en el Congreso del Estado. Otro que juega mal, dicen, pero se acomoda bien, es Mario Delgado, el regidor con licencia de Lerdo quien había abandonado hacía unos meses al PRD para irse posteriormente de candidato de Morena, partido con el que ganó la diputación local del Distrito IX correspondiente a la zona rural de Lerdo y con cabecera en el municipio de Mapimí. Parece que hay varios a quienes les hizo justicia la Revolución sin haber disparado un solo tiro.

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