Muy contento, Sancho Panza anuncia a su esposa Teresa que pronto don Quijote emprenderá su tercera salida en busca de aventuras y que él habrá de acompañarle como escudero. Le pide haga los preparativos necesarios para tener todo listo al momento en que sea la salida.
Entre otras cosas, que a su asno, el rucio, habrá que doblarle el pienso (pastura) "porque no vamos a bodas, sino a rodear el mundo, y a tener dares y tomares con gigantes, con endriagos (monstruos mitad hombre, mitad fiera) y con vestiglos (monstruos fabulosos), y a oir silbos, rugidos, bramidos y baladros; y aun todo esto fuera flores de cantueso (trivialidades) y no tuviéramos que entender con yangüeses y moros encantados".
"- Bien creo yo, marido, replicó Teresa, que los escuderos andantes NO COMEN EL PAN DE BALDE, y así quedaré rogando a Nuestro Señor os saque presto de tanta mala ventura".
"No comer el pan de balde", como dice la mujer de Sancho, significa que el sustento diario se gana no sólo con mucho esfuerzo, sino también haciendo frente a numerosos peligros.
J.A García Villa
@jagarciavilla