(Segunda y última parte)
Los grados de Doctor Honoris Causa pueden ser otorgados por universidades de alto prestigio, tales como Harvad, Oxford, Yale o cuantas universidades hay en nuestro país y en cada una de ellas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), también los ha extendido. A veces, se confieren a las personas que se han destacado en un determinado campo, o más comúnmente, como un "gracias" a quienes han hecho un donativo fuerte a una universidad.
Algunos ejemplos famosos de Doctores Honoris Causa son el fundador de Microsoft, Bill Gates, el cantante de ópera, Luciano Pavarotti, y el escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Cada universidad debe de contar con un reglamento para otorgar el grado de Doctor Honoris Causa. Cada universidad, la UNESCO, la ONU, tienen sus propios reglamentos para reconocer a tales personajes y poderles extender el grado de Doctor Honoris Causa.
Un ejemplo lo tenemos en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, el cual consta de seis artículos y dos transitorios, que fue redactado en febrero del 2001 y que en uno de sus artículos se menciona que esta distinción puede otorgarla tanto a mexicanos como a extranjeros como un reconocimiento a sus méritos sobresalientes.
En el haber de todo centro de enseñanza superior que se precie, debe existir una selecta lista compuesta por científicos, investigadores, pensadores o artistas de prestigio distinguidos con el Doctorado Honoris Causa, algo que constituye, seguramente, uno de los mejores escaparates de su potencial académico e investigador. La concesión, en el ceremonioso ritual de investidura, de distintos objetos relacionados con la universidad clásica encierra toda una exaltación de la docencia y la sabiduría.
Como a un caballero de la enseñanza, al doctorando se le impone, de modo sucesivo:
* El birrete, "para que no sólo deslumbre a las gentes, sino que además, como con el yelmo de Minerva, esté preparado para la lucha".
* El anillo: "La sabiduría con este anillo se le ofrece voluntariamente como esposa en perpetua alianza; procura mostrarse esposo digno de tal esposa".
* Los guantes: "Estos guantes blancos, símbolo de la pureza que deben conservar sus manos en su trabajo y en su escritura, sean distintivo también de su singular honor y valía".
* El libro. "He aquí el libro para que descubra los secretos de la ciencia. Helo aquí cerrado para que dichos secretos, según convenga, los guarde en lo profundo de su corazón".
Tras la ceremonia, y con la concesión al nuevo doctor de las facultades de leer, comprender e interpretar, se le indica: "Toma asiento en la cátedra de la Sabiduría, y desde ella, descollando por tu ciencia, enseña, orienta, juzga y muestra tu magnificiencia en la universidad, en el foro y en la sociedad", comprometiéndose éste a guardar las leyes y el honor de la universidad y prestarle favor, auxilio y consejo.
Joaquín Ramírez Orduña, Doctor Honoris Causa en Trabajo Social de Cádiz, España, nos dice: "Como contratista, doy mi tarjeta de presentación a mucha gente. La mayoría de ellos se sorprenden al leer Doctor Honoris Causa delante de mi nombre. Llevo mucho tiempo en este negocio y te puedo decir que el impacto ha sido notable. Recomiendo adquirir un Doctorado Honoris Causa a todos los empresarios, ya que abre puertas a nuevos clientes.
Los doctores José Ramón Cabrera y José Ramón Machado Ventura, ambos miembros del Buró Político Comunista de Cuba, recibieron el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Médicas, que otorga el Instituto Superior de Ciencias Médicas de esa ciudad, avalados por su trayectoria en la forma de profesionales de la salud.
Silvio recibe Doctorado Honoris Causa en la Universidad Mayor de San Marcos, se expresa: "Recibir este honor de la Universidad Mayor de San Marcos, Decana de América, excede cualquier reconocimiento que pudiera soñar. El hecho de que tanta ilustración universal haya pasado por sus aulas, que este premio lo hayan recibido cubanos como Fidel Castro, Nicolás Guillén y Eusebio Leal, y sobre todo, la certidumbre de que César Vallejo estudió aquí, me hace sentir usurpador. Muchas veces he proclamado que el autor de 'Poemas Humanos' tuvo un efecto fundacional en mi…".
