
Señala que el secreto para entender a la humanidad está en unas cámaras ocultas de la pirámide de Egipto. (INTERNET)
Boriska Kipriyanovich tiene ahora 20 años y vive en Rusia; desde que era pequeño su mente comenzó a llamar la atención de la comunidad científica. Cuando era niño no sólo aseguraba haber tenido una visa pasada en Marte, sino que tenía conocimientos matemáticos y científicos únicos que nadie de su edad podría normalmente tener.
Narrando las experiencias de vida que aseguraba haber tenido en el planeta rojo, Boriska contaba que los aliens tienen una altura de siete pies, poco más de dos metros, y que su civilización se extinguió por una guerra y más tarde una catástrofe nuclear, por lo que los sobrevivientes aún viven en ese planeta, pero bajo tierra.
Su historia llamó tanto la atención alrededor de 2004 que para 2008 ya habían surgido todo tipo de teorías de la conspiración alrededor del chico. E incluso se realizó un documental sobre su él: 'Boriska: Indigo Boy from Mars'.
Según el joven, en Marte era un piloto que alguna vez llegó a la Tierra a través de un viaje en el tiempo y que así mismo fue como salió de su planeta tras su devastación y fue en la Tierra, en 1996, que volvió a nacer.
Boriska, que comenzó a hablar, escribir y leer a la edad de 18 meses, sigue siendo un misterio para la humanidad. Algunos creen en su palabra debido a la que llaman ‘evidencia’, como sus conocimientos tan avanzados y el detalle con que cuenta la supuesta vida que tuvo en Marte, mientras otros siguen escépticos de sus palabras.
Respecto a los hallazgos recientemente hechos por los científicos en Egipto, que descubrieron una cámara bajo tierra, de la que aún no saben cuál era su función, Boriska señala que la clave para la humanidad está escondida ahí en las pirámides. “La vida humana cambiará cuando se abra la Esfinge, tiene un mecanismo de apertura en algún lugar detrás de la oreja. No recuerdo exactamente”, dijo en una entrevista, citado por el periódico ‘Daily Star’.