Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno capitalino, ya mencionó que todas las placas que están rotuladas con las palabras Distrito Federal continúan siendo válidas. (TWITTER)
Con el cambio de nombre del Distrito Federal, una de las preocupaciones de los capitalinos gira en torno a las placas de sus vehículos ya que inicialmente se habló de una mudanza de láminas para que éstas contaran ya con el nombre Ciudad de México, algo que causó mucha confusión debido a que las autoridades de la urbe no aclararon en su momento, si el movimiento tendría o no un costo adicional.
Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno capitalino, ya mencionó que todas las placas que están rotuladas con las palabras Distrito Federal continúan siendo válidas, que no será obligatorio su cambio y que la transición no representará un costo extra al que hoy deben cubrir los automovilistas en la ciudad.
Refirió también que a partir de que el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, firme el decreto de reforma política y se publique, todas las láminas nuevas saldrán con la leyenda “Ciudad de México” y que las placas con el nuevo diseño serán sólo para autos nuevos, altas, cambio de propietario o por cambio de entidad.
Mancera adelantó que se analiza la posibilidad, por parte de Secretaría de Movilidad (Semovi), que el cambio de placas pudiera iniciar con una transición muy ágil, pero además, que la ciudadanía no lo sienta ni lo resienta.
Pero para algunos especialistas de la industria automotriz, como César Roy, esto podría tomar otro rumbo a mediano plazo, porque se corre el riesgo de que a pesar de lo dicho por el mandatario capitalino, en un futuro no muy lejano y ya con el nuevo nombre de la ciudad, todos los automovilistas sean obligados a cambiar las láminas por las que ya tengan la leyenda Ciudad de México y no descarta la posibilidad de que al final, el costo de las mismas pudiera aumentar.
Hoy el costo de los trámites para las altas de autos nuevos y usados es de 618 pesos, mientras que la baja es de 374.60 pesos.
Roy descarta que esto tenga alguna repercusión negativa en la industria “porque desafortunadamente el automovilista, con el tiempo, ya se ha hecho insensible a los cambios y costos que genera el uso del auto en la ciudad, como el aumento al precio de las licencias y multas, entre otros. Incluso el costo de los coches, pues a pesar de que el precio de los autos sigue aumentando, se siguen comprando vehículos. Aquí es más caro adquirir una auto que en Estados Unidos y el de allá está hasta con mayor equipamiento y aun así se siguen vendiendo” comenta el experto.
