
SU SALUD BUCAL
Las infecciones constituyen una de las complicaciones de la diabetes. La relación entre diabetes e infección es en dos sentidos: La diabetes favorece la infección y la infección hace difícil el control glucémico. Se sabe que en la diabetes existen diversas alteraciones en la capacidad de respuesta a las infecciones, desde trastornos en la permeabilidad vascular hasta aquéllas que limitan la función de los macrófagos que en conjunto explican esta complicada interrelación. El metabolismo de los hidratos de carbono es alterado durante los procesos infecciosos, lo cual se explica por el efecto de los mediadores proinflamatorios que incrementan la resistencia a la insulina, en condiciones normales, la interacción de la insulina con sus respectivos receptores en las células del organismo ocasiona una cascada de distintos sustratos cuya finalidad es poner en marcha los mecanismos para el transporte de glucosa al interior de la célula, así como a las rutas encargadas de la gluconeogénesis. Es aquí donde se ha encontrado una reducción en la actividad en los episodios inflamatorios e infecciosos crónicos. La causa de tal disminución es la interacción del factor de necrosis tumoral (TNF, por sus iniciales en inglés), este mediador es liberado principalmente por los leucocitos polimorfonucleares (PMN) durante la respuesta inflamatoria frente a la infección. La conexión entre infección crónica y efectos adversos sobre la salud del paciente ya está establecida en diabéticos, Además, la importancia de mantener una buena salud bucal en quienes cursan con este padecimiento. La prevalencia y severidad de la periodontitis es significativamente mayor en diabéticos que en no diabéticos. La Academia Estadounidense de Periodontología señaló que la incidencia de periodontitis aumenta entre las personas diabéticas, siendo más frecuente y severa en los diabéticos con más complicaciones sistémicas. Las causas que explican un estado periodontal más deficiente en ellos derivan de la acumulación en los tejidos periodontales de productos terminales de glucosilación avanzada. Estos productos producen una cascada de reacciones inflamatorias que liberan mediadores inflamatorios y proteína C-reactiva que aumentan el daño tisular derivado de la inflamación de origen microbiano. En la diabetes, también se ven afectados los procesos de cicatrización y reparación, debido entre otros mecanismos a que se favorece la aparición de especies reactivas al oxígeno. Estos compuestos inhiben la producción de colágeno por los osteoblastos o fibroblastos, promueven la inflamación local y sistémica y aumentan la apoptosis (relajación, caída de pelo y costras) de células alteradas por la inflamación local. La infección periodontal, al ser una infección crónica, genera una liberación masiva y prolongada de mediadores inflamatorios, lo cual propicia un bloqueo periférico constante de los receptores celulares de insulina e impide la acción hipoglucemiante de esta hormona. Al disminuir la acción de la insulina sobre los tejidos, la hiperglucemia se exacerba debido a lo cual se reinicia y se prolonga el círculo patológico. Es por esto que las enfermedades periodontales han sido consideradas como infecciones ocultas de baja intensidad que generan un proceso inflamatorio crónico nocivo para los diabéticos.