El brasileño Mariano Ubiracy, máximo goleador en la historia de los Tiburones Rojos del Veracruz y anotador del primer gol en la inauguración del Estadio Universitario de San Nicolás de los Garza, falleció el pasado 5 de mayo a la edad de 74 años en Sao Paulo, Brasil.
Ubiracy llegó al equipo Veracruz en la temporada 1965-1966 procedente del Club Fluminense de Brasil. Junto con él vinieron sus compatriotas Francisco Gomes "Batata'', habilidoso extremo derecho, y el defensa central Marcio da Silva.
Mariano fue un centro delantero muy fuerte, impecable rematador de cabeza y potente en el tiro con ambas piernas. En la temporada 1967-1968 disputó el campeonato de goleo individual con Bernardo "El Manolete'' Hernández del Atlante, quien en ese torneo se coronó campeón con 19 goles y Ubiracy sumó 17.
El goleador brasileño formó una excelente dupla con Francisco Gomes "Batata'', quien le dio los pases para la mayoría de los goles que anotó con los Tiburones Rojos del Veracruz, siendo el goleador histórico de esta franquicia con 98 tantos.
Una de sus mejores temporadas con los escualos fue la 1966-1967, en la cual anotó 20 goles, su más alta cifra en un torneo del futbol mexicano, que le valió ser solicitado como refuerzo por el Monterrey para enfrentar al Atlético de Madrid en el Estadio Universitario de San Nicolás de los Garza, conocido después como "El Volcán''.
El partido inaugural de la casa de los Tigres fue el 30 de mayo de 1967 y el resultado empate a un gol. El primer tanto anotado en el Volcán se registró en el minuto 59 al rematar Mariano Ubiracy un centro de Raúl Chávez. El Atlético de Madrid, dirigido en ese entonces por el brasileño Otto Gloria, empató al minuto 78.
Ubiracy tuvo dos estancias en los Tiburones Rojos del Veracruz, la primera de la temporada 1965 - 1966 a la 1970-1971, en el campeonato 71-72 fue prestado al equipo Irapuato, con el cual tuvo una desafortunada actuación.
Los Freseros disputaron en ese torneo la Liguilla del Descenso contra los Diablos Blancos de Torreón en un partido celebrado el 15 de julio de 1972 en el Estadio Jalisco de Guadalajara. Ganaba el Torreón por un gol a cero y casi al final del encuentro se marcó un penalty a favor del Irapuato. Mariano Ubiracy ejecutó la pena máxima, pero el guardameta René Vizcaíno adivinó la trayectoria y salvó del descenso a su equipo.
El regreso del Irapuato a su ciudad fue desafortunado, pues un grupo de aficionados se amotinó en la casa que habitaba Ubiracy para reclamarle el penalti fallado, en un momento dado se enardecieron los ánimos y los inconformes trataron de incendiar la vivienda, afortunadamente las cosas no llegaron a mayores consecuencias.
A la siguiente temporada, la 1972-1973, Mariano regresó a los Tiburones Rojos del Veracruz, al término de la misma se retiró del futbol profesional. Ubiracy es recordado por su entrega y profesionalismo por la afición veracruzana de las décadas de los años sesentas y setentas.
Hace varios años el defensa central lagunero Mario Montaño (QEPD), quien jugó con el Pachuca en los años sesentas, recordó que uno de los grandes delanteros que le tocó marcar fue Mariano Ubiracy, al cual era muy difícil ganarle un balón en el juego aéreo, sin embargo, lograba neutralizarlo, pues "El Tártaro'', como le llamaban sus amigos, era fuerte por arriba.
Los restos de Mariano Ubiracy, uno de los grandes ídolos de la afición veracruzana, fueron depositados en la ciudad de Taubaté, Brasil, en donde residía con su familia. ¡Descanse en paz el máximo goleador de los Tiburones Rojos del Veracruz!
¡Hasta la próxima!
