Demandan. Luis Foncerrada, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Representantes del sector privado pidieron al Congreso elevar el rango de deducibilidad inmediata de la inversión para las empresas que tengan ingresos anuales superiores a los 50 millones de pesos.
Luego de una reunión con integrantes de la Comisión de Hacienda del Senado, Luis Foncerrada, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), celebró que el Gobierno federal haya flexibilizado su posición, pero subrayó que, al ampliar el margen, se podrían beneficiar empresas que realizan mayores inversiones. "Si el Congreso pudiera incrementar esos montos, para dar cabida a empresas medianas que invierten mucho, sería muy positivo. La Secretaría de Hacienda dio un paso en la dirección correcta, es muy positivo y se puede aprovechar si se incrementa el monto", apuntó.
"Depende del Congreso, pero permitiría entrar a empresas más grandes, con montos de inversión mayores. Sería positivo y crearía más empleos. Sería mejor si se pudiera incrementar a 75, a 100 millones de pesos o más, sería ideal". Durante su participación en un foro convocado por el senador Mario Delgado, Foncerrada consideró que para que el paquete económico de 2016 sea capaz de detonar el crecimiento del país es necesario generar más empleos.
La deducción, indicó, podría convertirse en un buen incentivo para las empresas. "Si el Congreso es capaz de mejorar algunos los planteamientos que van en la dirección correcta, como permitir la deducción en la inversión, pero no en los 50 millones como tope, porque son las medianas las que invierten más y estos venden mucho más", señaló. "Esa y otras medidas que permitan generar más empleo también, yo creo que podríamos crecer un poco más".
José Luis Chicoma, director general del Laboratorio de Políticas Públicas, se pronunció a favor de la deducción inmediata a la inversión en activo fijo como un incentivo para promover la inversión privada. Sin embargo, advirtió que el Congreso tiene la obligación de analizar el impacto de esa medida, ya que podría derivar sólo una reducción de ingresos tributarios para el Estado.
"La deducción que fue eliminada en 2013, en la reforma hacendaria, no había tenido ningún resultado en la inversión privada", comentó.
"Ahora que se ha replanteado, es importante que el Senado y los diputados verifiquen bien si este nuevo planteamiento podría generar un crecimiento en inversión o simplemente se están dejando de percibir recursos por esta deducción".
