Fenómeno. Cientos de paseantes se dieron cita a esta exhibición de la naturaleza que pocas veces se puede ver.
Desde el viernes por la tarde Arteaga se vistió de blanco como ha sucedido por lo menos los últimos dos años con sendas nevadas que han dejado paisajes poco vistos en un estado como Coahuila, caracterizado más en su relieve por ser un territorio semidesértico.
A unos días de que oficialmente inicie la primavera, el invierno no cede ni un ápice su temporada, aferrándose con estas muestras de la naturaleza que han dejado un excelente atractivo natural a quienes visitan estos lugares.
En Mesa de las Tablas, municipio de Arteaga que está a 2,560 metros sobre el nivel del mar, y a 90 kilómetros de Saltillo, se sitúa el "escenario blanco" por excelencia donde la nieve tiene su hogar en el estado de Coahuila.
Ahí cientos de paseantes se dieron cita a esta exhibición de la naturaleza que pocas veces se puede ver y que por ende la gente asiste en gran número para en algunos casos conocer la nieve por primera vez y otros tantos más para revivir experiencias pasadas como jugar y divertirse en este elemento natural poco visto.
Fue sorprenderse ver una gran cantidad de automóviles con placas del vecino estado de Nuevo León, aunque los límites de esta zona son precisamente con esa entidad, era evidente que más procedían de la capital neoleonesa.
Donde más caída de nieve hubo fue en una curva de la carrera, con auxilio vial de la policia del Estado y Protección Civil ayudaron para que los visitantes estacionaran sus automóviles sobre un carril de la carrera para poder disfrutar de la nieve.
Niños adultos y ancianos no desperdiciaron la oportunidad de lanzar bolas de nieve, deslizarse en improvisados trineos, y claro llevarse a casa un recuerdo haciendo el clásico muñeco sobre los toldos cajuelas y cofres de los automóviles, los cuales en su mayoría no llegaron pues sobre la carretera de regreso para tomar la autopista hacia Saltillo y Monterrey, se fueron deshaciendo los muñecos de nieve.
La gente asistió desde temparana hora y llegaban más de los que se retiraban, aún cuando la neblina y una ligera llovizna hizo su aparición, los paseantes no les importó y seguían divirtiéndose tomándose sus autorretratos o "selfíes" para luego difundirlos en las redes sociales de ser testigos de este espectáculo natural.
