Una compañía realizó un experimento con autos con la intención de crear conciencia sobre el riesgo de manejar a altas velocidades en carretera.
Para ello, utilizaron varios autos usados y los lanzaron con propulsión hasta impactarlos sobre un coche estacionado.
La colisión al alcanzar los 200 kilómetros por hora es impresionante y prácticamente ambas unidades quedan hechas trizas tras el brutal impacto.
Cada uno de los choques fueron captados a cámara lenta, en los que se puede ver a detalle como las máquinas se destruyen en cientos de fragmentos disparados al aire.
El material muestra cómo quedarían dos autos al colisionar a 200 km/h. (YOUTUBE)