Todo parece indicar que se acerca una nueva era de oscuridad en el ayuntamiento de Torreón. Como ya lo habían sospechado nuestros avezados subagentes, en el Cabildo se consumó la encerrona de las sesiones de las comisiones, aquella que habían propuesto las síndicas Cristina Gómez, del PRI y Gabriela Casale, del PAN, cosa para la cual ahora sí se pusieron de acuerdo a pesar de jugar en equipos contrarios. Pero quien fue el encargado de dar el portazo fue el regidor del PRD, Roberto Rodríguez, quien aseguró, cual si fuera un celoso inspector Javert, que hasta no modificar el reglamento interior del ayuntamiento, las sesiones de las comisiones serán en lo oscurito, sin posibilidad de que los medios de comunicación tengan acceso a ellas. Una vez que se dio a conocer la información de este salto hacia atrás en la transparencia municipal, inmediatamente los más inclinados a la sospecha comenzaron a lanzar sus preguntas.
¿Por qué se esconden los regidores? ¿Qué es lo que no quieren que se sepa? ¿Será acaso que van a hacer chanchullos a espaldas de los ciudadanos o simplemente no quieren quedar exhibidos por su falta de pericia en los asuntos de la cosa pública municipal? La tibia postura asumida hasta ahora por el alcalde de Torreón, Miguel Riquelme, respecto a este tema, contrasta sobremanera con la furibunda forma con la que denunció a la asociación Participación Ciudadana 29, la cual, según dijo, quería “sangrar al Simas” con un contrato firmado por uno de sus integrantes en lo oscurito durante la pasada administración. ¿Por qué don Miguel no usa la misma vara? ¿Será una vara que funciona a conveniencia?
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Tal como esperaban nuestros subagentes, cuasi pitonisos o, mejor aún, auténticas casandras -aquella mujer que los dioses le dieron el don de la profecía, pero con la limitante de que nadie le creyera-, tremendas chispas salieron de la primera reunión del Consejo Ciudadano de Cultura, que preside Lucrecia Martínez, con la directora del Instituto Municipal de Cultura, Renata Chapa. Los mismos subagentes nos informan que el tiroteo estuvo duro en la sesión, en donde algunos de los consejeros, encabezados por doña Quecha, le reclamaron de todo y, desafortunadamente, no de muy buena o culta manera, a la maestra Chapa. Entre los reclamos figuran el organigrama, la incorporación de asesores o secretarios muy bien pagados, entre otros asuntos. A estos ataques doña Renata respondió pacientemente y como pudo, con postura francamente Zen, pero que el embate fue tal que ya no sentía lo duro sino lo tupido, como se dice en el argot boxístico. Ojalá que el enfrentamiento no sea la constante en la relación entre el Consejo y el Instituto y que pronto se alcance un nivel de concordia que permita a la ciudad crecer como merece en términos culturales. Bien lo dijo ya un infiltrado culturero: “primera vez que veo y siento que los cercanos y lejanos a la cultura se parecen a una bolsa de palomitas en horno de microondas”.
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En Coahuila ya huele a elecciones... es decir, a guerra de lodo, golpes bajos y cubetazos. Si no le ha llegado a usted, curioso lector, ese tufo a reyerta y camorra, asómese a ver el tremendo agarrón que traen los líderes de los principales partidos en Coahuila, David Aguillón, del PRI y Carlos Orta, del PAN. Resulta que en esta semana el pastor de los tricolores anunció que va a denunciar a los panistas por desviar recursos de programas con fines electorales, usar información de los mismos para llevar agua al molino azul y otras prácticas que, hay que decirlo, fueron patentadas hace mucho por el partido de los dinosaurios. En respuesta, el arriero de los albiazules llamó ignorante a don David por, según dijo, desconocer la ley electoral respecto al manejo de los programas en la propaganda electoral. Sin embargo, don Carlos nada dijo del supuesto desvío de recursos señalado por Aguillón. Como sea, Orta lo retó a un debate (así le llaman) y lo exhortó para que cuanto antes presentara las denuncias y quedara así exhibido en el “ridículo legal” más grande en el estado. Al ver este pleito callejero, los maldicientes se empiezan a preguntar cuál de los dos partidos tiene menos cola que le pisen, a la luz de las cosillas que se han revelado tanto de gobiernos priistas como de panistas. Por cierto, la cuenta de correo electrónico del jefe de información de Comunicación Social del Gobierno de Coahuila, Jesús Jerónimo García, fue intervenida el jueves pasado para enviar un comunicado que causó azoro entre las buenas conciencias, ya que hablaba de la supuesta postura del gobernador Rubén Moreira a favor de la legalización de la marihuana. Una hora después, se aclaró que el boletín era apócrifo y que nunca de los nuncas don Rubén aprobaría semejante barbaridad. ¿Habrá sido esta “broma” parte de la guerra sucia por las elecciones? Vaya usted a saber. De cualquier forma, así, llenos de lodo, azules y tricolores elegirán mañana muy contentos a sus suspirantes a las hamacas del Congreso local, y los panistas también escogerán a su nuevo pastor entre el rebelde exalcalde de Torreón, José Ángel Pérez y el anayista Bernardo González, duelo del que, dicen los que saben, no hay ni a cuál irle, al igual que en las contiendas por las curules.
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Los allegados a la senadora Leticia Herrera juran y perjuran que todavía no anda haciendo “campaña” como suspirante a la gubernatura de Durango para la elección de 2016, cuya grilla en la capital del alacrán se muestra más cerrada que nunca, con los grupos del gobernador Jorge Herrera Caldera y del senador Ismael Hernández Deras, para no permitir que llegue algún político de La Laguna a la gran silla del estado. Pero los mismos allegados se muestran muy confiados en que la también exalcaldesa de Gómez Palacio tendría asegurados, desde ya, los votos del priismo de La Laguna de Durango, región cuyos sufragios, como usted recordará, dieron el triunfo a don Jorge en 2010, aunque éste ya lo haya olvidado, tal y como se observa por la preferencia que sigue teniendo para la capital. Otros grillos viajeros de Durango aseguran que la senadora la lleva bastante bien con el presidente nacional del PRI, César Camacho Quiroz y con el coordinador del tricolor en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones, por lo que en caso de no obtener el favor de Herrera Caldera -como seguramente sucederá- podría esperar un empujoncito, llámese “dedazo”, desde las altas esferas del priismo nacional. Mientras tanto, Hernández Deras y Herrera Caldera continúan tratando de mostrar músculo, como lo hizo el primero con el tremendo convite de sultán que organizó el sábado pasado en conocida hacienda propiedad del prominente empresario minero Jaime Gutiérrez, al que asistieron unos tres mil invitados, dicen, y en el que don Ismael se habría gastado una millonada -¿de dónde tanto billete?-. Pero así como enseñan, los otrora camaradas se dan entres, como el que le propinó el actual ayuntamiento de Durango, dominado por la gente del gobernador, al exalcalde Adán Soria, quien batea para el equipo de Hernández Deras, al detener la aprobación de las cuentas públicas en su último año de gobierno. Se sabe que don Adán quiere ser diputado federal. Así que la disputa por el control del estado ya comenzó. A ver cómo se ponen las cosas.
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Ahora que está muy de moda hablar del “Chapo” Guzmán y presumir su captura a los cuatro vientos, han comenzado a surgir algunos cuchicheos de los malpensados que nunca faltan respecto al impacto de la acción criminal de tan singular personaje y algunas comparaciones odiosas con lo que sucede en cierto estado del norte del México lindo y querido. De lo que hasta ahora se ha dado a conocer, el “Chapo” poseía una fortuna malhabida de mil millones de dolarillos, es decir, unos 13 mil millones de pesillos; múltiples propiedades a lo largo y ancho del país, sobre todo en Sinaloa y Durango, y empresas en al menos diez países. Sobre los muertitos que le cuelgan, según versiones periodísticas, el mismo capo habría reconocido unos dos mil. Tal vez, astuto lector, todo esto le parezca algo familiar. Y quizá sea porque en ese cierto estado del norte al que nos referimos al inicio de este comentario hubo un tesorero estatal que hoy está detenido en una cárcel de un condado dse Texas, de quien se dice es responsable de una deuda de 35 mil millones de pesillos, de los cuales, por lo menos la mitad no se sabe en dónde quedó, o sea, poco más de la supuesta fortuna del famoso “Chapo”. Además, a ese peculiar exfuncionario se le han decomisado también casas, propiedades y negocios, las cuales, según el Tío Sam, las habría adquirido dentro de la cada vez más frecuente actividad de lavado de dinero, así como del fraude bancario e, incluso, el narcotráfico. Como dato extra, y sin suponer que tal extesorero tenga algo que ver, más bien como obra de la casualidad, en el período que le tocó hacerse cargo de las arcas públicas desaparecieron unas dos mil 600 personas según las propias autoridades de la entidad de marras. ¿Adivina de qué estado estamos hablando, querido lector coahuilense? Bueno, el asunto es que, en medio de estas coincidencias, hay una gran diferencia: mientras que para capturar al “Chapo” se movilizó a la Marina Armada de México con información patrocinada por la DEA, para arrestar al tesorero no se movió un dedo, ya que él solito, por su propio pie, se entregó para negociar, dicen, en las redes de la justicia. Lo que sí es que ambos personajes han puesto a temblar a propios y extraños por la sopa que podrían regar y a quiénes podrían embarrar con ella.
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Recientemente se dio a conocer que no sólo el poderoso vecino del norte tiene la fea maña de quemar a nuestro país entre sus ciudadanos emitiendo alertas de viaje a ciertos estados debido a eso que los pesimistas llaman inseguridad y violencia. Al menos 21 gobiernos del viejo continente han hecho advertencias a sus gobernados para que, si no tienen nada que hacer por acá, no visiten regiones de la fantástica República Mexicana y así evitar sustos innecesarios. En la lista negra del club de la élite de las naciones no podían faltar, por supuesto, nuestra adorada Comarca Lagunera y los estados de Coahuila y Durango, situación que ha provocado berrinches tanto en el Palacio Nacional de la capirucha del esmog, como en el Palacio Rosa de la urbe de adobe y en el Palacete de Congresos, nueva sede del virrey de los alacranes, pues allá juran y perjuran que ya vivimos en un paraíso terrenal, y ahora con la captura del “Chapo” Guzmán, pues cuantimás. Pero en vez de hacer berrinches, nuestros acomedidos subagentes proponen al Gobierno de la República y a los gobiernos de los estados fichados, una agresiva e integral campaña de turismo en donde se ponderen las virtudes de nuestro país para practicar deportes extremos y conocer fenómenos asombrosos. A continuación, algunas de las frases propuestas para difundir entre los miedosos pobladores de los aburridos países del primer mundo: ¿Quieres conocer a los grupos de autodefensa, los genuinos y los piratas, que surgieron porque el estado ya no pudo con la delincuencia? Visita Michoacán. ¿Quieres saber qué es una fosa clandestina descubierta por un gobierno que luego la intenta ocultar? Visita Coahuila. ¿Quieres experimentar la sensación de estar en una manifestación a favor de la liberación de un capo? Visita Sinaloa. ¿Quieres averiguar cómo es ejercer el periodismo sin garantías de ninguna índole? Visita Veracruz. Y así. El lema de toda la campaña podría ser: Conoce México, te sorprenderá... hasta el extremo.
