
Edición especial. El escritor Juan Villoro, durante la presentación de la edición conmemorativa de su libro: El libro salvaje, en el marco de la 35 Feria Internacional que se lleva a cabo en el Palacio de Minería.
Un maestro normalista que descubrió en el Tío Tito a un personaje entrañable que lo llevó a amar la lectura; una señora que agradeció a Juan Villoro haberle sacado una lágrima quizá sin que él se lo propusiera al escribir su novela; un diseñador gráfico que promueve el gusto por la lectura entre niños de una casa-hogar, son algunos de los miles de lectores que han sido tocados por El libro salvaje, una de las obras del escritor que se han vuelto libros clásicos para jóvenes y no tan jóvenes en México.
Ayer, durante la presentación de la edición conmemorativa de ese libro que ha sido publicada por el Fondo de Cultura Económica, Juan Villoro escuchó las decenas de experiencias que la gente ha tenido con su libro, pero también contó cómo es que se gestó esa aventura literaria que tiene mucho de autobiográfica y verdadera.
En el marco de la 35 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, y teniendo a José Carreño Carlón, director general del Fondo de Cultura Económica, como testigo de honor, Juan Villoro dijo que esa historia que se ha convertido en un clásico contemporáneo de la literatura juvenil en México, surgió de sus historias y dudas infantiles, de querer entender qué pasa con los libros y cómo éstos tienen vida propia y se mueven y llegan a nuestras vidas a su antojo.
"La literatura infantil es un intento de recuperar la infancia en libertad", señaló Villoro ante un auditorio que lo escuchó atentó y que no abandonó su lugar pues las historias del escritor y cronista de futbol lo mantuvo en el recinto.
Juan Villoro reconoció que pese a su oposición de que los protagonistas de sus historias se llamen como él, en El libro salvaje quiso que su protagonista se llamara "Juan" y que la hermana de éste tuviera el nombre su hermana, y que existiera un "Tío Tito" como su tío cazador y "trampero" de coyotes que vivía en San Luis Potosí.
También dijo que quería que ese libro hablara sobre la soledad, sobre el aislamiento que viven los lectores que se enfrascan en aventuras literarias, pero también como el aislamiento en el que deciden meterse los adolescentes. "Quería escribir una historia con esta condición viva con un libro rebelde que no quiere ser leído; con un libro outsider", señaló el autor que escuchó con atención las experiencias de sus lectores, entre los que había muchos niños con sus libros en las manos que esperaron al final su firma.
Analizan obra y vida de Fuentes
Carlos Fuentes, el escritor mexicano que el próximo 15 de mayo cumplirá dos años de muerto, fue recordado este domingo en la 35 Feria Internacional del Palacio de Minería a través de un libro en el que confluyen las voces de sus amigos, de sus admiradores, de sus estudiosos que intentaron crear un retrato poliédrico de ese escritor multifacético que escribió "La región más transparente" y "La muerte de Artemio Cruz".
Rodolfo Mendoza, quien junto a Cristina Fuentes La Roche, coordinaron el libro "Carlos Fuentes y la novela latinoamericana", aseguró que tal como lo esperaban el volumen que se divide en tres grandes apartados ha tenido una gran recepción, pues ha dejado ver la admiración por Fuentes, pero también muestra las voces críticas en torno a su obra.