Efraín Huerta, el gallo ilustrado

El trabajo de Efraín Huerta, como uno de los grandes cronistas del Siglo XX, que entre viajes y recuerdos de la Generación del 27, se plasmó en la columna "Libros y antilibros", dedicada a la reseña de novedades literarias de la época, fue recogido por su hija Raquel Huerta-Nava, como uno más de los homenajes que en México se le hacen este año al gran poeta.

Publicado por Joaquín Mortiz, el libro que reúne aquellos textos publicados en el suplemento El gallo nacional del periódico El Día, es además una mirada íntima al escritor, desde el recuerdo, el amor y la propia admiración de su hija Rauqel, poeta e historiadora, quien comparte algo de este homenaje.

En este 2014 que se conmemoran los cien años del natalicio de Efraín Huerta, Joaquín Mortiz publica una recopilación periodística de Raquel Huerta-Nava, donde presenta el trabajo de los años de 1975 a 1982, entre viajes y recuerdos de la "generación del 27", el exilio español y los nombres más destacados de las artes y las letras iberoamericanas.

→ ¿Qué tan complicado fue seleccionar las reseñas de este libro periodístico?

Para mí el problema es que no se conoce esa faceta de obra, la periodística, que es muy amplia. Fue muy complicado porque me ha llevado muchos años revisar los artículos que el publicó, digitalizarlos, hacer la selección, es un proceso muy cuidadoso que se tiene que hacer con mucho detalle.

→ ¿Se conoce a través de estos textos otra cara de Efraín Huerta?

Sí, por supuesto. Yo pienso que "Libros y antilibros" es un gran reflejo de lo que fue la literatura hispanoamericana de 1975 a 1982, partiendo de la pluma de uno de sus protagonistas y alguien quien además toda su vida la dedico a la palabra y la escritira.

Mi padre desde muy joven, desde 1936, decidió dedicarse al periodismo profesional, en una área que no es fácil, es una columna muy importante porque refleja un momento muy vivo de nuestras letras.

→ ¿Conosiste los gustos literarios del poeta con esta investigación?

Son trabajos que todavía están por hacerce, mi padre tenía unos cuadernos de escritutra donde iba apuntando las referencias que más le importaban. Unos cuadernos negros a los que llamaba damas negras, donde escribía además sus originales de poemas, como por ejemplo varios de los más importantes de "Los hombres del alba".

El guardaba esos cuadernos como referente, anotaba citas por ejemplo de Lope de Vega, Alberti, Neruda, sus principales poetas, hay me fui dando cuenta de sus lecturas preferidas.

→ ¿Qué impulsó este homenaje al padre escritor?

Yo creo que es la columna más elevada que él publicó, en esos años, en lo que me tocó como papá, porque en los años 40 y 50 no había nacido yo. De que yo lo conocí hasta que se murió, fue lo que me tocó vivir y ser parte de, porque aparezco mencionada muchas veces en esas columnas directa e indirectamente, entonces fue lo que yo pude constatar, con lo que yo crecí.

→ También aparece un aspecto político de Huerta.

Es que no se puede desprender. La grandes novelas de latinoamericanas, pues tocan temas políticos siempre. En los años 70 mi padre viajó mucho a La Habana como jurado del premio de las Américas, y ahí conoció a muchos de los autores y de algunos de ellos, de repente le llegaba la noticia que habían desaparecido, que el ejército había allanado su casa en Argentina, en Chile, y eso también lo narró.

A veces la muerte de sus amigos queridos como Roque Dalton, la persecución y la desaparición, la política nunca estuvo alejada de la vida de Efraín y su obra.

→ ¿Cómo recuerdas a tu padre?

Yo lo recuerdo como un hombre que vivía entregado a la palabra, que no se permitió el lujo de distraerse. Siempre lo vi muy feliz como periodista, como escritor, dedicado a la letras, creo que era un hombre muy feliz por que disfrutaba mucho lo que hacía.

A mí siempre me llamaron la atención los libros de historia, más que la poesía en sí, siempre heredas lo que vives en la infancia, a mí nunca me obligaron a leer, a mí me llevaban libros, mi papá y mi mamá, otra gran poeta, siempre nos dieron libros como dulces. Creo que mi vocación fue heredada por gusto.

→ ¿Te divirtió esa infancia?

A mí me divertía mucho cuando nos ponía sin nombrarnos en sus columnas de prensa, siempre que le asaltábamos sus libros nos ponía: "Cierta personita con suéter de Chiconcuac, pasó por acá y se llevó..." siempre nos mencionaba a sus hijos.

Fue divertido crecer siendo parte de una columna de periódico, te vuelves personaje directo o indirecto de una crónica que habla de sus amigos, lecturas, todo.

Yo formaba parte del equipo de depuración de libros de la casa, porque nos llegaban cajas y cajas por semana, los Best Seller, ni se leían, los de finanzas, a veces los mencionaba, pero a manera de queja.

EL CRONISTA

Huerta fue uno de los más importantes cronistas de cine del siglo veinte, abundante en anécdotas personales, referencia imprescindible para conocer obras que empiezan a ser estudiadas bajo una nueva luz.

Esta recopilación acerca, a cien años de su nacimiento, a una de las plumas más célebres de México a una nueva generación de lectores, ante la que se presenta en plenitud de recursos en estas páginas absolutamente disfrutables.

Un gusto heredado

Historiadora, poeta y editora. Nació en la Ciudad de México el 29 de junio de 1963. Hija de Telma Nava y de Efraín Huerta, ambos conocidos poetas mexicanos.

Estudió la licenciatura en Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su trabajo de investigación lo ha realizado en el Archivo General de la Nación, la Dirección del Centro de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Dirección del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México y el Colegio de Michoacán.

Fue becaria del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), de 1993 a 1994, para editar la revista El cocodrilo poeta. Recibió la beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), en la categoría de Edición de Revistas Independientes del Distrito Federal, de 1995 a 1998. En 1997 recibió el Premio Nacional Vidas para Leerlas, para la creación de biografías, convocado por el Fonca y la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), con el proyecto El guerrero del alba (biografía novelada del general Vicente Guerrero Saldaña), obra que se publicó hasta 2007, diez años después.