El gobierno de Estados Unidos negó haber presionado a asesores de Enrique Peña Nieto para evitar el nombramiento como secretario de la Defensa Nacional del General Moisés García Ochoa, actual jefe de la XI Región Militar con sede en Torreón.
William Ostick, vocero del Departamento de Estado, dijo que "las decisiones sobre la selección de funcionarios mexicanos corresponden sólo al gobierno mexicano".
El diario The New York Times publicó ayer que a finales del año pasado, el embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, presentó al equipo de Peña Nieto, entonces presidente electo, objeciones de su gobierno al nombramiento de García Ochoa por sospechas de vínculos con el narcotráfico y malos manejos de recursos.
Ostick dijo que hubo contacto de funcionarios estadounidenses con el gobierno entrante durante la transición, pero con el objetivo de "mantenernos informados acerca de nuestra cooperación en temas de seguridad".
En enero pasado, el nuevo secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, nombró a García Ochoa jefe de la región militar que abarca Coahuila y Chihuahua y dirige los operativos contra el crimen en La Laguna.
El diario señaló "alarma" en el gobierno de Estados Unidos ante el ascenso de García Ochoa a pesar de que el jefe militar mantenía contactos con funcionarios de ese país en temas de lucha contra el narcotráfico.
García Ochoa no ha emitido comentarios sobre la publicación del diario neoyorquino.
La publicación asegura que la intervención de Estados Unidos en este caso resalta la desconfianza con el nuevo gobierno mexicano en temas de seguridad.