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La formación de un desierto: el caso de la Comarca Lagunera

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

En varias ocasiones he comentado que la región lagunera se encuentra inmersa o forma parte de un desierto conocido como Desierto Chihuahuense; el cual se extiende desde el sur de los Estados Unidos, en los estados de Texas, Nuevo México y Arizona, hasta el norte de Querétaro pasando por los estados de Chihuahua, Durango, Coahuila, Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí y se mete de manera discontinua en Oaxaca y Puebla.

Los criterios para definir si se trata o no de un desierto son la temperatura ambiental, el potencial de evaporación de humedad y la cantidad de lluvia anual. En una región árida y semiárida la temperatura suele ser muy alta y como consecuencia el potencial de evaporación de agua también lo es, por otro lado, la cantidad de agua que llueve anualmente es muy baja y además muy irregular. Cuando se compara esta cantidad de lluvia con la evaporación, se observa que esta última es mucho mayor que la primera, que quiere decir esto, que finalmente queda muy poca agua disponible para las plantas y animales que viven en los desiertos, porque la mayor parte se evapora. El clima de nuestra Comarca Lagunera es del tipo desértico, muy extremoso, con un potencial de evaporación diez veces mayor a la lluvia promedio anual de 250 milímetros. Si no fuera por los dos ríos, el Nazas y el Aguanaval, que pasan por los valles y planicies de la Comarca, difícilmente, de hecho hubiera sido imposible el desarrollo de los sistemas agropecuarios intensivos que aún a la fecha prevalecen.

Pero una cosa es que las condiciones naturales resulten en la formación de un desierto y otra muy distinta, aquella en la que debido a una inadecuada gestión de los recursos naturales se desertifique una región, esto es, se provoque la formación de un desierto a través de las actividades humanas. Desde luego, se conjugan las condiciones naturales de aridez con el impacto de las modificaciones del hombre.

La Comarca Lagunera se encuentra en el centro del Desierto Chihuahuense y se encuentra también en proceso de ser convertida en un desierto. Así lo plantea el libro "Comarca Lagunera. Procesos regionales en el contexto global" (2010) coordinado por investigadores del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México y con participación de investigadores invitados tanto laguneros como de otras regiones del país; aunque el tema se trata en varios capítulos del libro, es en el capítulo 8 en el que se revisa por investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León "Los Procesos de Desertificación" de la Comarca Lagunera. Los autores apuntan que gran parte de dichos procesos se originan con la tala, desmonte y sobrepastoreo de la principal zona de abasto de agua para la Comarca Lagunera, se refieren a la parte alta y media de la cuenca hidrológica, factores que en conjunto con las condiciones de aridez y variabilidad de la presencia de lluvias, han ocasionado la pérdida de la cubierta vegetal y la degradación biológica y física del suelo. Esto ha ocasionado por un lado un aumento en el escurrimiento del agua y por otro, una menor infiltración del agua en el suelo y en consecuencia un descenso en el nivel freático. Comentan los autores que "la degradación de los ecosistemas de la parte alta de la cuenca generó un desbalance hidrológico con consecuencias en el resto de la cuenca."

En la parte baja de la cuenca en donde se cosecha la mayor parte del agua producida por la cuenca hidrológica, las actividades intensivas "aunadas a factores políticos y sociales, ha llevado a la sobreexplotación de uno de los recursos más valiosos: el agua."

El uso irracional del agua ha provocado en nuestra región la degradación y deterioro de la misma. La degradación se presenta en la parte urbana de nuestro hábitat, la escasez del vital líquido se exacerba a medida que se incrementan los asentamientos humanos de manera horizontal hacia zonas sin infraestructura, quedando en entre dicho los sistemas municipales encargados de tal manejo ambiental. El deterioro de la calidad del agua afecta tanto al sector rural como al urbano, de hecho, la contaminación por arsénico inició en el rural y ha venido avanzando peligrosamente hacia los centros de mayor población debido a la sobreexplotación de los acuíferos subterráneos y a la incapacidad institucional para hacer valer en su aplicación las políticas públicas que regulan el aprovechamiento de los mismos. En este camino, nuestra Comarca Lagunera se encuentra en proceso de ser convertida en un desierto antropogénico.

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