
Los buscan. Combo de fotografías de los treinta presos que se fugaron de la cárcel de Apodaca.
La fuga del penal de Apodaca de 30 integrantes de Los Zetas, liderados por Óscar Manuel Bernal Soriano, "El Araña", paralelamente a la masacre de 44 internos del cártel del Golfo muertos a golpes, palos y a cuchilladas, fue permitida por la complicidad de custodios y apoyada desde el exterior por un comando armado.
Videos del interior de la cárcel y confesiones de nueve custodios sujetos a investigación por la fuga y el homicidio masivo de internos, permitió establecer que éstos, con la anuencia del jefe de seguridad, Óscar Meneses, brindaron protección a Los Zetas para que llegaran hasta la Torre 6 del penal y por ahí se descolgaran al exterior, donde los esperaba un grupo armado que a bordo de vehículos los sacó de las inmediaciones de la cárcel de mediana seguridad, en Escobedo.
Según el vocero de Seguridad del estado, Jorge Domene, a unos 450 internos de Los Zetas se les permitió pasar armados del dormitorio C al dormitorio D, donde se encontraban reos ligados al cártel del Golfo, donde se cometió el homicidio de 44; de los cuales ya fueron identificados 42.
La evasión se consumó en 20 minutos -entre la 1:00 y la 1:20 horas del domingo-, mientras la masacre inició poco después, pero sólo hasta las 3:15 horas las autoridades penitenciarias pidieron auxilio al Ejército y la Policía Federal.
El gobierno de Nuevo León lanzó una alerta internacional por la fuga e informó que soldados y policías federales, estatales y municipales efectúan una intensa búsqueda de los reos evadidos, la mayoría de alta peligrosidad. Ofreció una recompensa inicial de 10 millones de pesos para quien informe sobre el paradero de los reclusos.
El gobernador Rodrigo Medina de la Cruz llamó "traidores" a los custodios y funcionarios que apoyaron la fuga. Al pedir que la Secretaría de Gobernación reubique a reos federales que ocupan 60% de los espacios carcelarios en el estado, dijo que cesó y quedaron sujetos a investigación 18 custodios y el comisionario de la Agencia de Administración Penitenciaria, Ernesto García; Gerónimo Miguel Martínez, director del penal; Juan Hernández, subdirector de esa cárcel y Óscar Meneses, jefe de seguridad del mismo.
En otra vertiente, Domene Zambrano indicó que hasta ayer por la tarde han sido reclamados y entregados 27 de los 44 cuerpos que desde la víspera fueron trasladados al servicio Médico Forense y donde se ha atendido a 113 familiares y entregado 27 apoyos funerarios.
Reiteró que siguen sin identificar dos de los 44 cadáveres, aunque esperan que para hoy culmine dicho proceso.
En el caso de las familias que se apostaron a las afueras del penal de Apodaca, desde ayer se les dio acceso de manera controlada para que constataran el estado de salud de sus allegados y hasta el momento se les ha permitido la entrada a mil 265 personas.
El funcionario estatal señaló que la mesa de atención a familiares de víctimas se mantendrá a fin de darles apoyo en cuestiones funerarias, de registro civil e incluso psicológico.
Por último indicó que para hoy martes se normalizan las visitas al reclusorio, en tanto que desde ayer se reforzó la vigilancia en el perímetro en los tres penales de la entidad; Apodaca, Cadereyta Jiménez y Topo Chico.
Había 25 menores durante
Motín en Apodaca: CEDH
Al momento de los actos violentos en que murieron 44 reos del penal de Apodaca había en su interior 43 mujeres y 25 menores de edad, quienes resultaron ilesos, reveló la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Minerva Martínez Garza.
Se informó que se abrió una investigación de oficio para determinar si autoridades penitenciarias incurrieron en responsabilidades por la violación de derechos humanos.
Expuso que se detectó la presencia de mujeres y menores de edad que habían permanecido en el área de visitas desde el sábado anterior, bajo la figura de visita conyugal, y cuya salida de las instalaciones les había sido negada hasta la madrugada del domingo en que se iniciaron los disturbios penitenciarios.
Martínez Garza señaló que ante esto, personalmente hizo las gestiones para que las 43 mujeres y los 25 menores de edad pudieran evacuar el edificio, logrando que se les permitiera salir en el transcurso de la tarde del mismo domingo.