El movimiento juvenil #YoSoy132 presentó un resumen del informe que entregará a las autoridades sobre las elecciones del pasado 1 de julio, en el que recopila más de un millar de irregularidades electorales.
"Este informe presenta irregularidades suficientes como para decir que no se trató de un proceso democrático", dijo en una conferencia de prensa Luis Cotier, uno de los miembros del colectivo que surgió en mayo pasado, en plena campaña electoral mexicana.
Los jóvenes denunciaron que la jornada electoral no se desarrolló en un ambiente de paz y legalidad, en ella prevalecieron prácticas "profundamente antidemocráticas", como la compra y la coacción del voto o la manipulación mediática, que "alteraron la esencia de un sufragio libre, formado, personado y crítico", dijo Cotier.
Hasta el martes pasado, momento en que realizaron un corte debido al volumen de denuncias que están recibiendo, los #YoSoy132 habían recolectado más de 1,100 reportes con la suficiente fiabilidad para decir que son actos de fraude electoral.
De éstos, el 96 por ciento, aseguraron, fueron delitos cometidos por miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI), mientras que los restantes los cometieron funcionarios de casilla o algún actor local en la comunidad.
Las denuncias llegaron al movimiento a través de sus observadores que estuvieron en las urnas o los ciudadanos a través de las redes sociales; todas ellas han sido analizadas por la comisión de vigilancia del colectivo y las que hoy presentaron fueron las verificadas.
Enviarán el informe a las instancias correspondientes, como son la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), el Instituto Federal Electoral (IFE) y a la Procuraduría General de Justicia (PGR).
Yo soy 132 surgió durante la campaña electoral para denunciar lo que consideró una "manipulación mediática" en favor del candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, y promover un voto razonado.
Anomalías
Entre las prácticas más comunes se encuentran:
⇒ La compra de votos, fotocopias de credenciales y claves de elector, así como la propaganda y proselitismo durante la veda electoral.
⇒ También documentaron robo de urnas y de papelería electoral, así como la quema de boletas, que certifican mediante vídeos, fotografías o testimonios ciudadanos.