"Un partido político es la locura de muchos en beneficio de unos pocos."
Morena, el Movimiento de Regeneración Nacional, está en camino firme de convertirse en partido político. El grupo parece haber cumplido todos los requisitos. Ha realizado asambleas en todos los distritos y entidades del país. Cuenta ya con un presidente del consejo nacional, que es el propio Andrés Manuel López Obrador, así como un presidente del comité ejecutivo nacional, Martí Batres, y una secretaria general, Bertha Luján.
Paco Ignacio Taibo, Claudia Shenibaum y Octavio Romero obtuvieron más votos para ocupar la presidencia, pero declinaron a favor de Batres. Al parecer había un acuerdo para dejarle ese cargo al político que renunció o fue destituido del cargo de secretario de Desarrollo Social del gobierno del Distrito Federal por protestar por una reunión de Marcelo Ebrard con el presidente Felipe Calderón. Batres apenas hace unos días renunció al PRD.
Los dirigentes perredistas han tratado de presentar la mejor cara ante lo que en realidad es una escisión. De hecho, López Obrador ni siquiera ha renunciado públicamente al PRD. Simplemente ha señalado su decisión de formar un nuevo partido político. Jesús Zambrano, presidente del PRD, ha dado la bienvenida al nuevo partido y ha hecho votos para que su creación no resulte en una división de la izquierda. Ni el Partido del Trabajo ni Movimiento Ciudadano, que han tenido un impulso importante en los últimos años por su alianza con López Obrador, ha dado a conocer una posición clara sobre la creación de Morena.
Desde hace ya mucho tiempo López Obrador parecía necesitar su propio partido. Sus diferencias con los dirigentes del PRD han sido evidentes desde hace tiempo. A pesar de que el tabasqueño ha sido en los últimos años el líder indiscutible de la izquierda, el grupo de los Chuchos, que mantiene posiciones más moderadas o menos estridentes que López Obrador, ha logrado quedarse con el control del PRD.
Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal, y quien hasta este momento parece ser el único personaje de la izquierda con la proyección para rivalizar con López Obrador, ha señalado que él permanecerá en el PRD. Sin duda él también tiene diferencias con los Chuchos, pero éstas parecen menores que las que ha tenido con los seguidores de López Obrador, aunque no necesariamente con su exjefe.
Quizá lo más interesante de la creación de Morena es que López Obrador se está lanzando ya abiertamente a una campaña por la Presidencia de la República en 2018. Si antes parecía insensato empezar las campañas dos o tres años antes de una elección, ya se está haciendo costumbre que los candidatos empiecen con seis años de antelación. Y esto ocurre a pesar de una legislación que pretendió regular las precampañas y estableció que éstas sólo podían empezar 15 días antes de terminar el año previo a la votación.
López Obrador tiene la confianza de que Morena se convertirá en el partido dominante de la izquierda dejando de lado al PRD. Es difícil saber si esto ocurrirá. El PRD tiene una estructura que desde hace años es ya muy sólida y muy extensa. Pero Morena no empieza desde cero. Buena parte de quienes hoy se están incorporando al futuro partido tienen mucha experiencia en labores partidistas. De hecho es muy probable que se lleven consigo a buena parte de la estructura del PRD.
López Obrador afirma estar seguro de que la creación de Morena no dividirá a la izquierda. Habrá que esperar al tiempo, sin embargo, para estar seguro de la respuesta. Hasta este momento el divorcio ha sido muy civilizado. Pero vamos a ver si esa actitud se mantiene cuando llegue el momento de postular candidatos o dividirse el poder.
RECURSOS
Según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados el Gobierno federal obtuvo 4.8 billones de pesos de recursos petroleros de 2007 a 2011. Nunca se logró tan poco con tanto dinero.
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