
El interés de compositores y musicólogos se encamina a crear la primera ópera escrita en náhuatl, basada en un poema prehispánico.
Musicólogos, investigadores y compositores mexicanos están cada vez más interesados en las culturas indígenas, lo que ha dado pie, por ejemplo, a la tesis doctoral de Luis Antonio Gómez, quien escribió sobre el contenido musical iconográfico en los códices mexicanos; y a una nueva forma de componer, basada exclusivamente en lengua y filosofía náhuatl, es decir, sin ningún elemento musical occidental, que podría derivar en la primera ópera escrita en ese idioma a cargo del doctor Gabriel Pareyón.
Pareyón, investigador del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical (CENIDIM), explica en entrevista que en este centro hay por lo menos cuatro investigadores interesados en el náhuatl, y, en su caso, como becario del Sistema Nacional de Creadores, está desarrollando un método de escritura musical, basado en la escritura "enigmática" de un panel que hay en uno de los edificios de la zona arqueológica Río Bec, en Campeche.
El doctor en musicología por la Universidad de Helsinki explica que utilizando sólo instrumentos ancestrales mexicanos compone una obra con una "orquesta" indígena, de 20 teponaztli y una partitura sin ningún elemento occidental como una clave de Sol.
"Escribí una obra para teponaztli, que es un cilindro hueco, como un tronco de madera, con dos lengüetas que suenan diferentes, son instrumentos de percusión", explica.
Con iconografía náhuatl, el compositor va marcando el uso del teponaztli, además anotando las entradas de los cantantes o del huéhuetl.
EL INICIO DEL CAMINO
Pareyón, quien ha publicado numerosos artículos sobre musicología histórica y sistemática en publicaciones especializadas editadas en México, Francia y Finlandia, trabajó en un disco con piezas híbridas, instrumentos tradicionales indígenas e incluso con cantos en ñañu, hechos por una intérprete rumana, el resultado, dice, no fue muy agradable.
Así, comenta, nace el proyecto de la ópera basada en el canto Cuecuechcuicatl, que tiene por lo menos tres significados: "cosquilla", "travesura" o "locura".
Entre los interesados en náhuatl, el Cuecuechcuicatl ha sido estudiado por Patrick Johansson, discípulo de Miguel León-Portilla, quien sostiene que el juego, la ambigüedad, el sexo, y la risa son los ingredientes esenciales del género expresivo náhuatl prehispánico conocido como cuecuechcuicatl.
La pieza, dice, puede interpretarse sólo musicalmente o como una "ópera escénica". Por lo pronto, el compositor se ocupa de la estructura con todos los componentes musicales y después trabajará con un director de escena y cantantes, que podría ser terminada en 2015. "Quiero una propuesta escénica con una perspectiva relacionada con la fertilidad y la voluptuosidad femenina, en la que quepan elementos sonoros relacionados con el maíz -como los propios granos para producir sonido o artefactos de piedra-. Toda la riqueza tendrá que reflejarse en el proyecto".
Apuntes de un compositor
⇒ Estudios. Gabriel Pareyón nació en Zapopan, Jalisco en 1974. Es profesor (tutor) adscrito al Programa de Posgrado de la ENM de la UNAM, donde coordina el Seminario de Investigación Musical. Profesor honorario del Departamento de Música del CUAAD-U de G (áreas de licenciatura y carrera técnica), donde dirige la publicación periódica "Atemaxacuica". Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (FONCA, 2012-2014).
⇒ Premios. Obtuvo el primer lugar en el Concurso Mundial de Composición para Saxofón (Ljubljana, 2006); segundo lugar en la Bienal de Composición "B. I. Jurgenson", del Conservatorio Chaikovski (Moscú, 2003).
⇒ En 2003 miembros de la Orquesta Sinfónica de Brandemburgo ofrecieron un concierto integral con sus obras en la sala Otto Braun de la Biblioteca Nacional de Berlín.