
Tocan la Estela. El presidente Felipe Calderón inauguró la Estela de Luz, acompañado de su esposa Margarita Zavala y miembros de su gabinete.
A las 19:25 horas la controvertida Estela de Luz se iluminó y con ello se concretó su inauguración pospuesta durante 16 meses, en una ceremonia en la que el presidente Felipe Calderón hizo votos por que "sea emblema de una nueva era para México".
El jefe del Ejecutivo, acompañado por integrantes del gabinete y representantes del Gobierno del DF, pidió que el monumento sea "símbolo de un nuevo tiempo en el que florezca la semilla de una nación más segura, justa y prospera y que ilumine la existencia de las futuras generaciones de mexicanos".
Por sus características de vanguardia arquitectónica, que además resuelve desafíos para la ingeniería, la Estela de Luz, dijo el Presidente, está llamada a iluminar el siglo XXI mexicano, y más allá de las controversias que se suscitaron durante su construcción, afirmó, será un icono de la Ciudad de México. "Es un monumento en el que los mexicanos nos podremos identificar todos".
Durante casi media hora se presentó un espectáculo de luz y música acompañado por voces de cantantes y poetas, así como por fuegos artificiales.
Felipe Calderón inauguró el monumento al colocar la palma de su mano izquierda en una de las placas de cuarzo, al igual que su esposa, Margarita Zavala, y ello estuvo acompañado con un efecto de latido de corazón al que le siguió una luz intermitente que se desplazó hacia lo alto en toda la superficie del monumento.
La Estela de Luz permite que cada una de las placas de cuarzo se ilumine con sistema de cómputo, por lo que se puede elevar un efecto de distintos movimientos que armonizan con música.
Al inicio de su exposición, el Presidente de la República refirió los antecedentes del proyecto y las necesidades de ampliar su fortaleza, lo que repercutió en el aumento del costo de la construcción, que no especificó.
Dijo, por ejemplo, que la cimentación de 30 metros originalmente calculada, se aumentó a 50 metros, equivalente a la de las torres de Pemex y Mayor, y el refuerzo general aumentó el peso del monumento de 800 a mil 700 toneladas.
La estructura, aseguró Calderón, resiste viento y sismos en escenarios extremos, que los que consideraron el proyecto original.