Jaime González Durán alias 'El Hummer', uno de los principales líderes y fundadores de los Zetas, fue detenido en 2008 en Reynosa, Tamaulipas por elementos de la Policía Federal. (Archivo)
Un juez federal sentenció a 35 años de cárcel a Jaime González Durán, conocido por las autoridades como "El Hummer", uno de los fundadores de “Los Zetas”, quien fuera escolta y sicario de Osiel Cárdenas Guillén, cuando el capo lideraba el Cártel del Golfo. Fue hallado culpable de los delitos de delincuencia organizada y privación ilegal de la libertad.
Esta sanción se suma a las condenas dictadas en su contra en otros dos procesos, en los que se le impuso 21 y 16 años de prisión por operaciones con recursos de procedencia ilícita y violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
La Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer la resolución que emitió el Juez Décimo de Distrito en el estado de Tamaulipas, con sede en Reynosa, quien encontró elementos para responsabilizarlo de la privación ilegal de la libertad de cuatro elementos de la Agencia Federal de Investigación, el 16 de abril del 2007.
González Durán fue detenido por elementos de la Policía Federal el 7 de noviembre del 2008, en Reynosa, en posesión de 150 mil dólares americanos provenientes del tráfico de drogas, además portaba un arma de fuego del uso exclusivo del Ejército, por lo que fue ingresado al Centro Federal de Readaptación Social 1, "Altiplano".
La dependencia detalló en un comunicado que "entre las actividades que desempeñó, se encuentran las de haber sido escolta y sicario del líder de la citada organización criminal, en los estados de Tamaulipas y Nuevo León".
Como parte del mismo proceso ante el secuestro de los agentes federales, junto con "El Hummer" fueron sentenciados a 25 años de cárcel, Benito Peña Gutiérrez y Anselmo Rivera Alonso, quienes fungían como policías municipales de Guadalupe, Nuevo León.
También por los mismos delitos se condenó a 35 años de prisión a María Cristina Tapia Papalotzin; mientras que a Francisco Javier Páez Arredondo, otro colaborador del capo, se le impuso una sanción de 10 años de cárcel por delincuencia organizada.
