
La Congregación de las Causas de los Santos beatificó el sábado a la Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, en una ceremonia celebrada en la Basílica de Guadalupe.
La madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento fue beatificada este sábado por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos de El Vaticano, Angelo Amato, en representación del Papa Benedicto XVI.
En una ceremonia llevada a cabo en la Basílica de Guadalupe, la monja, quien fuera fundadora de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento y de los Misioneros de Cristo para la Iglesia Universal, se convirtió en la cuarta monja inscrita como beata, paso previo para ser elevada a los altares de los santos.
"Eminencia Reverendísima Cardenal Angelo Amato como obispo de la diócesis de Cuernavaca y a nombre de la Familia Inesiana, le pido humildemente trasmita al Santo Padre Banedicto XVI, nuestra profunda gratitud por haber proclamado Beata a la Venerable Sierva de Dios Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento".
Estas fueron las palabras del obispo Alfonso Cortés, luego de que el enviado del Santo Padre diera lectura al texto de la carta apostólica en la que Su Santidad inscribió en el Libro de los beatos a la monja.
En el ritual se descubrió un cuadro gigante de Manuela de Jesús Arias Espinosa, nombre laico de la religiosa.
Aplausos prolongados ante la imagen mientras una reliquia de la madre era llevada en procesión hasta colocarla en su lugar en el Presbiterio por la madre General Julia Meijueiro y Francisco Javier Carrillo Guzmán, el niño al que María Inés Teresa del Santísimo Sacramento salvó de la muerte, y que permitió con su sanación comprobar el milagro hecho por la hoy beata.
Fue el 27 Junio de 2011, cuando el Papa Benedicto XVI avaló el milagro atribuido a la monja.
Durante la homilía el cardenal Amato dijo que ésta beatificación es otro don que el Santo Padre hace a la Iglesia y a todo el pueblo mexicano.
"El Papa ama vuestra noble patria. A ella ha venido como peregrino para alentarles a ser firmes en la esperanza (...). Ustedes merecen superar todas las dificultades para vivir serenamente en la solidaridad y en la concordia. La visita del Santo Padre ha sido una inyección de ánimo para un futuro de paz, concordia y bienestar" agregó el cardenal Amato ante miles de fieles que acudieron a la celebración.
Identificó en su mensaje el carisma de María Inés Teresa del Santísimo Sacramento: "Era generosa en el trabajo, ferviente en la oración, humilde, sacrificada y siempre dispuesta a la ayuda".
La ceremonia, que duró aproximadamente tres horas fue concelebrada por el cardenal Norberto Rivera Carrera y el nuncio apostólico Christophe Pierre, así como por unos 40 obispos mexicanos de diversas diócesis del país.