
PRI. Enrique Peña Nieto, exgobernador del Estado de México, recibió la constancia que lo acredita como candidato único del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para las elecciones presidenciales de 2012; ayer sábado en la sede nacional de dicho organismo.
Cobijado por la cúpula del Partido Revolucionario Institucional (PRI) -integrada por dirigencia nacional, líderes parlamentarios, gobernadores, sectores, organizaciones- Enrique Peña Nieto fue designado candidato a la Presidencia de la República.
Tras recibir de la Comisión Nacional de Procesos Internos la constancia que lo acredita como abanderado presidencial del PRI, el mexiquense llamó a los priistas a evitar caer en provocaciones y la "guerra sucia" que sus adversarios -afirmó- ya han iniciado y con la cual pretenden confundir a la sociedad.
Peña Nieto indicó que el país debe renovarse en todos los ámbitos, que no puede seguir "por un camino equivocado, y mucho menos optar por ilusiones engañosas", que México no puede perder más tiempo. Dijo que su propuesta es una nación en paz y tranquilidad, con orden y crecimiento y de oportunidades para todos.
Ahí, frente al presidente Pedro Joaquín Coldwell, el senador Manlio Fabio Beltrones, que entró tarde a escena, los gobernadores, la clase priista mexiquense y su familia, el candidato afirmó que como presidente "no olvidaré la urgencia de una auténtica reconciliación nacional". Advirtió que "el cambio en México es inevitable".
Peña habló ante unos 2 mil simpatizantes, que no llenaron el espacio preparado para el evento, en la explanada de la sede priista. Al lugar llegaron contingentes en camiones.
Recalcó que la campaña no ha iniciado, pero que los ataques de sus oponentes ya comenzaron "y van a seguir porque eso es lo único que ellos le pueden ofrecer a México". Recordó un discurso de Luis Donaldo Colosio, pronunciado en diciembre de 2003, ahí mismo, y envió un mensaje a sus adversarios:
"En esta campaña habremos de convocar el voto del convencimiento. Lo afirmo categóricamente: el PRI no necesita, ni yo quiero, un solo voto al margen de la ley. Trabajaremos para que estas elecciones sean ejemplo de práctica democrática", manifestó el candidato.
Peña Nieto se dijo un hombre que asume su responsabilidad, que acepta las críticas, que puede no recordar el nombre del autor de un libro "pero debe quedar muy claro: Lo que no se me olvida es la violencia, la pobreza y la desesperanza que vive México". Entonces centró su discurso con el mensaje de que los priistas no olvidan.
"Lo que no se me olvida, es el estancamiento económico, el desempleo y falta de oportunidades que se padece en nuestro país desde hace más de una década. Lo que no se me olvida, es que más de 50 millones de mexicanos viven lamentablemente en pobreza".
Subrayó que a él no se le olvida el dolor de las familias que han perdido a sus seres queridos "por el ataque impune de los criminales", ni la mirada de desesperación de la mujer que mantiene el hogar y no encuentra un empleo y tampoco la frustración de los jóvenes que pese a estudiar no tienen trabajo.
"No señores. A mí no se me olvida lo que debe tener presente todo gobernante: escuchar a la gente, asumir plenamente sus responsabilidades, pero sobre todo, cumplir con sus compromisos". Dijo como Presidente de la República "no olvidaré que México merece paz y tranquilidad" ni la urgencia de una verdadera reconciliación nacional.
EL UNIVERSAL