El pintor mexicano Uriel Parker, quien estaba radicado en Chile y falleció el pasado fin de semana, donó su corazón a un joven chileno que desde hace dos meses se mantenía vivo con uno artificial, situación que conmovió en gran medida a los chilenos.
Al darse la noticia en los medios locales, también se dio a conocer la historia del artista plástico mexicano y sus vínculos con Chile, que se iniciaron hace 10 años en la costa este de Estados Unidos.
Allí, en Florida, conoció a Loreto Leiva, su actual viuda, diseñadora gráfica, con la cual se radicó en Quillota, a unos 125 kilómetros al noroeste de Santiago, donde se hizo evidente una dolencia producto de su alta presión.
El pasado miércoles cayó por segunda vez internado al Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, donde sufrió un derrame cerebral, producto del cual falleció este fin de semana.
Su esposa y la familia de Parker en México decidieron donar su corazón al joven Axl Pávez, que esperaba por un órgano, 'para que su corazón siguiera latiendo, siguiera emocionándose', dijo Loreto a un diario local.
Uriel Parker pintaba corazones en sus cuadros, y su ultima obra, a medio terminar, muestra a un hombre tendido en el suelo, de espalda, y en una esquina, una mujer en posición fetal.
El cuadro no alcanzó a ser terminado, ya que Uriel fue hospitalizado y falleció, pero Rebeca, su cuñada asegura que se trataba de una premonición de su muerte, con su esposa siendo testigo de su partida.
Uriel estaba obsesionado con dibujar corazones, los que aparecen en muchas de sus obras plásticas.
Loreto, la viuda, señaló que espera conocer personalmente, y en privado al joven Axl Pavez, donde 'hoy late el corazón de su esposo, para que conozca al maestro que había detrás. Y que sepa de su obra'.
Y 'no solo él, también quiero que la conozcan todos los chilenos', indicó la viuda del pintor mexicano.