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Gente pequeña, mexicanos invisibles

Familia. Saúl, Ignacio y Norma coinciden en que en México se denigra la imagen de la gente de talla baja.

Familia. Saúl, Ignacio y Norma coinciden en que en México se denigra la imagen de la gente de talla baja.

EL UNIVERSAL

Saúl dejó sus estudios para apoyar económicamente a Norma e Ignacio, sus padres. Cursó hasta segundo año de secundaria; hoy es repartidor de agua, tiene 17 años y es también quien básicamente sostiene su hogar, sumado a lo que recibe Ignacio Zaragoza, como torero de talla baja, en el espectáculo "Los originales enanitos toreros de México".

Ignacio mide 1.30 centímetros. Viven en una casa que Norma heredó de su madre. Ha intentado aplicar para otros trabajos, pero cada vez que solicita empleo, la respuesta es: "Disculpe señor, pero la plaza ya está cubierta". Ignacio cursó estudios de secundaria y comenzó a trabajar a los 13 años como torero de talla baja, y lo hace desde hace 23 años. Ni Norma ni Ignacio heredaron de su padres esta condición genética. Fueron, en ambos casos, los primeros con acondroplasia.

Ignacio sabe reconocer que la suya es una discapacidad dura, no sólo por los aspectos físicos que podrían conllevar serios problemas en su salud; sino también porque esta pareja, que vive en unión libre, son intelectualmente capaces, en confrontación con un cuerpo cuyo tamaño y proporción es discriminado por la sociedad en general.

Ejemplo de ello es lo que ocurrió hace 15 días cuando ambos, Norma e Ignacio, laboraron en un supermercado, de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde durante una semana pegando etiquetas, y hasta ahora no han recibido un sueldo por ello. Les han dicho que se trató solamente de "una prueba" para ver si eran capaces de realizar ese tipo de trabajo. Han llamado a la empresa pero no les dan respuesta.

Norma estudió hasta cuarto semestre de Bachilleres, enseguida tuvo a Saúl, un niño que nació con estatura normal (Norma corría el riesgo de que su hijo tuviera también acondroplasia; la probabilidad era de 50%).

Posteriormente trabajó como obrera en fábricas de plástico, y su último empleo fue en una empresa de serigrafía, donde los instrumentos que usaba estaban todos por encima de su estatura. El tema de accesibilidad no era importante para dicha empresa, a decir de Norma. Esto originó un grave accidente en el trabajo, que complicó su salud, y su hijo decidió "sacarla de trabajar", como Saúl refiere en entrevista.

Para este joven, la prioridad es apoyar a sus padres, en un México que denigra la imagen del "enanismo" en espectáculos de todo tipo.

"Ellos acaban por emplearse en circos; o trabajan como botargas, o en comerciales de televisión, siempre como bufones; inclusive hay agencias de contratación de gente de talla baja para este tipo de espectáculos... Son el hazmerreír constante".

Sin embargo, para Saúl, su padre es un hombre que desarrolla un trabajo tan digno como cualquier otro, porque lo hace de manera honesta; "el problema son los otros, la percepción de la sociedad", refiere.

"Me molesta el lugar común, humillante y grotesco de que se refieran a mis padres como los enanos; inclusive les han llegado a preguntar en qué circo trabajan. La acondroplasia es sólo una condición con la que ambos nacieron", asegura Saúl.

Ante esto, el actor Leonel Leyva se suma al comentario y refiere que a lo largo de su vida -tiene 31 años- ha sido bailarín, duende, botarga, bebé actor, y sus papeles en la televisión son irremediablemente como bufón, "pero de algo tenemos que vivir" comenta. "Pero eso sí: yo no permito que me falten al respeto", enfatiza.

Leonel dice que se rehusó a hacer un programa de cámara escondida el día que le pidieron que se metiera dentro de un basurero (con todo y basura) para que le hiciera una broma a la gente que pasaba. "Eso es totalmente indigno y lo denuncié ante la Asociación Nacional de Actores (ANDA)", dice.

"Algunos creen que encontrarse con una persona como nosotros (de talla baja) produce mala suerte", agrega a su vez Eladio Madrigal Padilla, presidente de la Fundación Gente Pequeña, A.C., con sede en Guadalajara.

 PIDEN ACCESO A VIVIENDA Para él, como líder de la fundación, hace falta la igualdad de oportunidades laborales, apoyos para atención médica, así como acceder a créditos de vivienda e infraestructura.

"Hago un llamado a las diferentes dependencias gubernamentales y no gubernamentales para que a las personas de talla baja reciban las mismas oportunidades. Es necesario que el Infonavit revise algún esquema que permita a las personas de talla baja obtener créditos para adquirir una casa", manifiesta.

Comenta que algunos de los aspectos "aparentemente simples" en los que la gente pequeña tiene dificultades cotidianas es la altura de los escalones del transporte público; o el acceso a los teléfonos públicos. En suma, un deficiente ordenamiento urbanístico y arquitectónico para ellos.

Por el momento, en México se ha logrado 50% de descuento en el pago de transporte público, así como otros apoyos en el servicio de agua e impuesto predial para las personas con acondroplasia. A decir de Madrigal Padilla, ello se debe en gran parte a lo que se ha planteado en los Congresos Nacionales de Gente Pequeña, que se han llevado a cabo en México.

"Me duele cuando oigo cosas como 'hijo, si no comes, te vas a quedar como el señor'. Burla, discriminación y rechazo es la constante. Debemos adaptarnos a un mundo que no es para nosotros. No se respetan los signos universales de accesibilidad", dice.

Madrigal Padilla asegura tener las mismas capacidades que los demás, pero enfrenta serias dificultades para acceder a la mayoría de los servicios públicos. "Algunos edificios tienen escalones muy grandes, sin rampas; los baños no son adecuados a nuestra estatura; las taquillas en los cines".

Para este hombre sería importante agregar un escalón más al trasporte público, pues él en lo particular, ya se ha fracturado la pierna izquierda en dos ocasiones al intentar subirse a un camión hacia su trabajo diario. "Habría que formular leyes de altura y políticas de accesibilidad para las personas de talla baja", concluye.

Buscan hacer

Conciencia con colección fotográfica

El 29 de octubre del presente año se inauguró la exposición fotográfica Gente pequeña. Mexicanos invisibles, del fotógrafo Sigi Pablo, producto de una beca otorgada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y el Gobierno del Estado de Colima a través de su Secretaría de Cultura, con el apoyo de la Asociación Gente Pequeña, A.C.

Son 60 fotografías de color que muestran imágenes de personas pequeñas que fueron retratadas en distintos lugares de 16 estados de la república que visitó Sigi Pablo con el objetivo de dignificar y hacer conciencia de las dificultades a las que se enfrentan los individuos, grupos y familias de talla baja, o con acondroplasia.

Esta exposición se desarrolló a los largo de dos años, será itinerante, y recorrerá varios estados del país. Reúne fotografías de personas de los estados de México, Distrito Federal, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato, Veracruz, Nayarit, Jalisco, y Colima.

"El objetivo es exponer la realidad de un grupo que no está incluido dentro de las personas con capacidades diferentes; lo que los convierte en mexicanos Invisibles", asegura el profesional de la lente.

Una profesionista de altura

Pocas veces se habla de la discriminación de la estatura. Isabel Ortega Díaz es la única persona de su familia que nació con acondroplasia y, para todo, tiene que levantar la cabeza y mirar hacia arriba. Mide un metro con 38 centímetros, es soltera y tiene 33 años.

Durante sus primeros años escolares la llamaban enana de circo... fenómeno cabeza grande... pero esto no fue motivo para que se "achicara", sino que continuó estudiando hasta titularse como sicóloga por la Universidad Internacional en Guadalajara, Jalisco. Hoy se define como una profesionista autosuficiente, valiente, fuerte y preparada.

De chica soñaba con ser aeromoza (pero su estatura no daba la talla); hoy, es coordinadora del programa PAD, Atención a Personas con Discapacidad. Labora desde hace 11 años en el DIF.

No hace mucho, una mujer con acondroplasia se acercó a Isabel para decirle que no toleraba más seguir viviendo con este trastorno genético. "Intenté convencerla de que accediera a una terapia sicológica, traté de orientarla para que se acercara a las instituciones; tenía un hijo, la vi dos veces. Después supe que se había asfixiado con una bolsa de plástico".

"Ciertamente nuestra cabeza (como personas de talla baja), siempre está por debajo de cualquier hombro. No pasaremos del metro 40; los medios de comunicación y la publicidad no han contribuido a dignificar a la persona de talla baja, y a interrumpir estereotipos negativos; y algunas personas no pueden con esto.

"Uno de los estigmas que he enfrentado es que suele asociarse talla o altura física con inteligencia, y no es así. La sociedad no debe vernos como personas desvalidas o débiles, y con este afán trabajo todos los días, en el DIF. Ahí doy testimonio de vida, ante las madres de niños que nacieron con acondroplasia. Podemos salir adelante siempre y cuando nuestras redes de familia, amigos, escuela, nos respeten como somos, pero el respeto inicia por nuestra propia aprobación", dice.

Modelo de inclisión

⇒ En enero 5 del 2009, el Congreso de Colombia decretó la Ley 1275 de 2009-Política Pública Nacional para las personas que presentan enanismo.

⇒ Esta ley tiene por objeto declarar como personas en condición de discapacidad a aquellos que presentan enanismo y establecer lineamientos de política pública nacional.

⇒ Tiene el fin de promover la inclusión social, el bienestar y desarrollo integral de las personas que lo presentan.

⇒ Además, garantizar el ejercicio pleno y efectivo de sus derechos humanos.

⇒ Crear las bases e instrumentos que les permitan participar de manera equitativa en la vida económica, cultural, laboral, deportiva, política, social, y educativa del país.

⇒ El artículo 6 de dicha ley promueve en las líneas de acción de la Política Pública Nacional para las personas que presentan enanismo. Construir y adecuar el amueblamiento público urbano como edificios, transporte, vías, parques, centros comerciales, teatros, teléfonos, centros educativos y similares, para facilitar el desplazamiento y el fácil acceso de las personas que presentan enanismo. Crear el registro nacional de personas con enanismo y establecer los mecanismos para su permanente actualización. Promover el interés del cuerpo médico relacionado con las diferentes formas de enanismo, buscando la adecuada y oportuna prestación de tratamientos médicos y sicológicos. Desarrollar políticas que favorezcan el progreso integral y la realización personal de los niños, las niñas, los adolescentes, las personas adultas y las personas mayores con enanismo.

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Escrito en: enanitos Gente pequeña

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