
Hasta inicios del mes de septiembre, se tenían contabilizados 197 suicidios en Coahuila, según la Fiscalía General del Estado; equivale a 24.6 coahuilenses al mes.
Hasta los primeros días del pasado mes de septiembre, la Fiscalía General del Estado de Coahuila (FGEC) tenía contabilizados 197 suicidios en lo que va del año, es decir 24.6 coahuilenses se quitaron la vida cada mes, casi uno al día.
Según datos del propio Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), Coahuila ocupa el tercer lugar a nivel nacional en cuanto al porcentaje de muertes por suicidio con respecto al total de muertes violentes con el 21.1, superado por Yucatán que tiene el 31.0, y Aguascalientes con el 24.7.
El suicidio, sigiloso y mortal, es tan difícil de leer que, según los datos de la propia FGEC, las edades de quienes se quitaron la vida van desde los adolescentes hasta adultos mayores, y la mayoría eran activas laboralmente, tenían familia y una vida, pero cuando sufren una situación de depresión termina mal.
PREVENCIÓN
Para Rosa Ofelia Sisbeles Alvarado, psicóloga forense de la Fiscalía General del Estado de Coahuila (FGEC), la prevención es muy importante, porque se conoce el fenómeno, ya se empezó a analizar desde la parte conductual, emocional y psicológica, pero en la actualidad se está atacando desde la parte de la prevención.
Reveló que en cuanto a intento de suicidio se refiere, la fiscalía, Municipios y la Facultad de Psicología, junto con la Secretaría de Salud, tienen programas en los que se trabaja de forma coordinada y la estadística a los grupos interdisciplinarios les ha permitido llegar a la teoría de que por cada suicidio que se comete hay entre 12 y 20 intentos de suicidio.
Bajo este marco de referencia, la especialista explica que es importante trabajar con la familia, con la gente que está alrededor de una persona que llega a tener mediación o pensamiento suicida, para entender que no siempre está en el discurso, que necesitamos entender las formas de comunicación.
"El ser humano se comunica un porcentaje muy mínimo en su discurso, en lo que dice, pero un porcentaje muy elevado, que es más del 90, lo dice nuestra interacción, nuestros gestos, nuestra postura, y que es algo que debemos aprender a leer, no interpretar, sino a leer, tenemos que aprender a conocer a la gente que nos rodea y qué mejor que a nuestra familia", puntualizó.
INDICADORES
La psicóloga forense dio a conocer que entre los indicadores que más podemos observar están precisamente los comportamentales, psicológicos y los emocionales, que no nos van a decir "me quiero suicidar" sino nos van a dar a entender a través de, por ejemplo, una ideación suicida, que debe rondar por ese pensamiento un intento de suicidio y debe atenderse no solo por la parte psicológica sino por la parte psiquiátrica.
"A veces son secreción de sustancias a nuestro cerebro que por más que cuente con psicoterapia pues voy a requerir de una medicación y necesitamos trabajarla. Se puede identificar con unos mensajes que envían, frases como 'el día que yo ya no esté todo esto va a estar mejor', o 'creo que estaría mejor que yo ya no estuviera aquí', o 'el día que yo desaparezca se van a resolver los problemas', o hay veces que tanto hombres como mujeres dicen 'tengo ganas de irme lejos y no regresar', eso es una señal o indicador de un suicidio", comentó.
No obstante, comentó que muchas veces tenemos miedo a preguntarles, porque pensamos que los vamos a alentar a cometer el suicidio, y la verdad es que no, científicamente vemos que al interesarte por la persona la ideación suicida baja, al igual que la ansiedad, por lo que hay que aprender a hablar directamente con la gente, pues de esa forma el expresarlo le va ayudar.
APUESTA A LA PREVENCIÓN
La especialista sostuvo que en la fiscalía estatal le están apostando a la parte de la prevención, a dar información, pláticas, talleres con los maestros, padres de familia y directivos, así como con las áreas que se encargan precisamente de identificar este tipo de conductas, y saber qué hacer de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, ya que hay un protocolo que se debe atender.
En ese sentido, sostuvo que se trabaja con los factores protectores, que son todos los que nos ayudan a estar mejor emocional y psicológicamente, socialmente también.
"Ahorita ya lo vemos también con la pandemia, esta cuestión de regresar a clases creo que es un factor protector también en la parte psicológica; estamos viendo que muchos papás están en contra o molestos por este regreso a clases, pero también hay que ver que nuestro Gobierno está pensando también en la parte de la salud mental, cómo tenemos que adaptar la otra parte de la salud física", señaló.
Con las medidas de protección, la sana distancia que ha manejado la Secretaría de Salud, aunado a que después de dos años que hemos vivido en confinamiento tenemos que irnos a la parte de trabajar más en los factores protectores, que son la parte psicológica y emocional.
"El aislamiento social, porque no ha sido físico, en realidad ha sido un aislamiento social, ahorita lo estamos viendo, están regresando a clases y los niños están presentando y manifestando conductas y afectación a partir de estos dos años de estar confinados a sus casas, y que algunos ni siquiera iban empezando el kínder o primaria, y no han tenido la oportunidad de la socialización que en la infancia, en la niñez y en la etapa de la adolescencia es fundamental para su desarrollo psicológico y emocional", destacó.
EL ARTE CON MENSAJE DE PREVENCIÓN
El pasado 10 de septiembre se conmemoró el Día Internacional para la Prevención del Suicidio, y en ese sentido en la entidad diversas instituciones realizaron actividades en relación con la prevención; una de ellas y muy exitosa fue el trabajo artístico que se hizo de teatro en relación con trabajar los factores protectores y la identificación.
"Trajimos un monólogo con un artista de Múzquiz, el cual nos apoyó con una puesta en escena que se llama "Cicatrices", la cual desde el teatro trabaja directamente con la primera parte del problema, habla desde una persona que se suicida, te hace llorar y te hace reflexionar muchas cosas que no identificamos", anticipó.
Este trabajo escénico en la segunda parte se caracteriza y te lleva a una sátira, pero también a hacer conciencia y reflexionar sobre el papel que como sociedad o familia tenemos para ayudar, y cómo finalmente necesitamos ir reconstruyendo ese tejido social para evitar uno de los problemas sociales como lo es el suicidio.
"Lo trajimos a la fiscalía con un lleno total de acuerdo a lo que nos dicta las medidas de sana distancia, una herramienta muy importante para comunicar, lo llevamos a la UPRA en coordinación con el Gobierno municipal de Ramos Arizpe, se lo presentamos a diferentes estudiantes de nuevo ingreso, lo llevamos al Teatro de la Ciudad en Ramos Arizpe, y ahí también con lleno total", resaltó.
Con dicha experiencia subrayó que se percataron de que los jóvenes están interesados en el tema y están participando activamente. Empezar a trabajar con ellos, sus emociones y el trabajo en relación con los factores protectores, que son todas estas cuestiones de habilidades sociales positivas que puedan encaminar, es clave para que el suicidio no nos arrebate más hermanos, amigos, vecinos.
Adicional a lo anterior, dijo que también se trabaja en infografías dentro de las páginas de FGEC para que la gente identifique cuáles son las etapas de un suicidio y no hasta que hay un suicidio, y cuáles son las acciones que deberíamos realizar.
LÍNEA DE VIDA
Reconoció que a veces es difícil recordar el número de Línea de Vida (01800 8223737). Es importante entender que a veces la difusión ha faltado; sin embargo, hay que recordar que está enlazada al 911, que es más sencillo de recordar.
"No es solo la Línea de Vida de Secretaría de Salud, también hay otras que están enlazadas que tienen atención constante las 24 horas todos los días del año, el hablar con una persona especializada también nos ayuda, o si tenemos un familiar eso también es importante", aseveró.
Además, también se cuenta con atención personalizada de forma inmediata, basta marcar al 911 o la Línea de Vida, y el programa a través de la Unidad de Integración Familiar (UNIF) hace atención inmediata, los atiende hasta que deja controlada la situación, posteriormente le da seguimiento DIF municipal, donde hace visitas a cada uno de estos intentos de suicidio.
SOCIEDAD RENUENTE
Sin embargo, lamentó que falta mucho trabajo con la sociedad, pues a veces no permiten esta atención, no quieren que se sepa, o piensan que es una "chiflazón", que es una situación momentánea, que quiere llamar la atención.
"Y puede ser, pero el que quiera llamar la atención, que es un término parasuicida, también nos tiene que llamar la atención, tenemos que pensar que requiere de atención psicológica, que no cualquier persona intenta solucionar sus problemas a través de un intento de suicidio, entonces tenemos que trabajar con ellos también", expuso.
Recordó que muchas veces la misma familia a futuro tiene una culpa porque empieza a identificar cosas que pensó que no eran ciertas.
"Uno de los mitos, ya lo decíamos, es 'quien se quiere suicidar no te lo dice', y es falso; la mayoría de los suicidas sí te dio mensajes para que tú le pudieras ayudar y no le hiciste caso, por eso la familia a veces se siente culpable", asimiló.
Desde que se identifica alguna situación anormal, una de las estrategias es no dejarlo solo. "Con los familiares decimos 'se tiene que dormir con él', 'tiene que entrar al baño con él', porque donde se cometen los suicidios con más frecuencia es en el dormitorio, en el baño o en los patios", subrayó.
Bajo este contexto, recomendó que no lo dejen solo hasta que un especialista lo evalué y diga cómo va evolucionando.
Finalmente, recordó que si hubo un intento de suicidio, lo importante es la revisión médica, pues independientemente del intento de suicidio, pudo haber afectado a uno de sus órganos, entonces primero hay que estabilizar médicamente, y luego emocional y psicológicamente.