Ataque. 11 personas muertas y al menos 30 heridos es el saldo de un ataque a asistentes a la fiestas de la Virgen de Guadalupe en Jalisco. EL UNIVERSAL
El mariachi cantaba a la Virgen de Guadalupe ante unas 500 personas. En Tecalitlán, municipio del sur de Jalisco, se celebraban las fiestas patronales que concluirían hoy. Ráfagas de rifle de asalto y la explosión de una granada de fragmentación cambiaron los días festivos por el luto.
"Estaba muy bonita la música de los mariachis y de pronto se oyeron muchos disparos y empezó la corretiza. Con el miedo agarré a mis nietos y nos metimos en una casa. Luego se oían gritos y groserías de los hombres. Cuando salimos ya había muertos regados", así recordó María Dolores, una mujer de 65 años, lo sucedido la noche del viernes en la plaza de esta localidad.
En calles céntricas de la cabecera municipal quedaron ocho cadáveres y 22 heridos. "Era una pesadilla. Vimos cuando se llevaron a uno, pero hubo otros que alcanzaron a escapar en sus camionetas todas baleadas. Mientras aquí quedaron muchos heridos, parecía que estábamos en la guerra", recordó.
Paramédicos de la Cruz Roja advirtieron que entre los 22 lesionados había mujeres y niños, uno de ellos fue un pequeño de dos años, hijo de Rogelio Llamas Rojo, presidente municipal de Tecalitlán.
La madrugada de ayer, mandos de la Policía Estatal y agentes de Policía Investigadora, detallaban: "Al parecer los sicarios estacionaron sus camionetas en el cruce de las calles Ponce de León y Ávila Camacho, justo en la esquina de la parroquia, a unos pasos de la Dirección de Policía Municipal, se bajaron y empezaron el ataque contra un grupo de sujetos que estaba entre la población en la plaza principal escuchando el mariachi".
La Procuraduría estatal informó que se trató de un enfrentamiento a balazos entre integrantes de grupos rivales de delincuentes organizados, con saldo de 11 muertos.
