Alfredo Castillo, encargado de despacho de la procuraduría estatal de Justicia, confirmó hoy que de acuerdo con exámenes periciales de FBI, PGR, PGJEM, PGJNL y PGJDF, la menor Paulette Gebara Farah falleció por asfixia.
Al despejar algunas dudas en torno del caso, indicó que la niña murió en la posición en la que fue encontrada al pie de su cama, pues se deslizó en ella y quedó atorada en el pequeño espacio entre el colchón y la base de madera.
El encargado del despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) agregó que su incapacidad motriz para moverse le impidió salir de ahí, por lo que se ahogó.
Manifestó que el cuerpo de la pequeña quedó en esa posición durante nueve días, a una temperatura promedio de 19 grados, y las cobijas hicieron una especie de embalsamamiento, lo que evitó que el olor a putrefacción fuera olido por los perros.
Además, explicó que debido a que las mucamas nunca tendieron bien la cama fue imposible ver el bulto de la niña, mismo que sí se aprecia en las fotografías tomadas durante las investigaciones realizadas cuando se informó de su presunta desaparición.
En lo que denominaron 'informe final', Castillo Cervantes dio a conocer cuatro conclusiones a las que calificó 'como irrefutables':
1.- La menor nunca fue movida del lugar donde falleció.
2.- La baba de la menor fue encontrada desde el punto donde duerme pasando por distintos lugares de la cama hasta el punto donde fallece.
3.- La discapacidad no implicaba que no tuviera capacidad de desplazamiento.
4.- Que la menor no tenía la fuerza suficiente para liberarse del lugar donde se encontraba atrapada.
Ante decenas de representantes de medios de comunicación, dijo que las cobijas hicieron 'un efecto de embalsamamiento' que impidió que la niña se pudiera liberar; causaron que los gritos de la menor no se pudieran escuchar y evitaron la salida de olores causados por un cuerpo en descomposición.
Señaló que las principales dudas que se han generado en torno a este caso, se refieren al alcohol encontrado en el cuerpo de la menor, 'pero el FBI llegó a la conclusión de que los 100 miligramos encontrados en el cuerpecito de Paulette fue derivado de la propia descomposición'.
Aclaró que el binomio canino usado para la investigación no falló, 'porque el perro, desde que se le dio la muestra de la sábana, dirigió al perito, del lobby del edificio de departamentos, hasta la recámara de Paulette, pero hizo una señalización de la recámara en general y no de un lugar determinado'.
Recalcó que los parches que presentaba la menor en boca, tenían como propósito reducir el babeo y control de su quijada, 'pero no fueron causa que le impidiera la respiración'.
Los cuestionamientos en relación con el tendido de la cama de Paulette fueron aclarados por el encargado de despacho de la PGJEM, en el sentido de que 'nunca se tendió la cama por completo, por lo tanto no se había descubierto el cuerpo de la pequeña'.
Castillo Cervantes no tuvo datos a la mano para aclarar la interrogante de por qué el perro, de nombre Coca, teniendo un récord de siete cadáveres encontrados, no pudo dar con el cuerpo de Paulette; 'no tengo el dato a la mano", fue su única respuesta.
El funcionario señaló que no habrá sanción para ninguna persona como tampoco para personal o funcionarios de la PGJEM, 'más que el costo político', concluyó.