Moisés Saba falleció el domingo 10 de enero al desplomarse el hilicóptero en que viajaba. (ARCHIVO)
Moisés Saba Masri (1963-2010), fallecido la noche de ayer domingo al desplomarse el helicóptero en que viajaba, fue un ingeniero y empresario mexicano procedente de una estirpe de hombres de negocios. Era el capitán de empresas inmobiliarias como Grupo Celha o Grupo IUZA.
También de firmas como Grupo Alsavisión y de Industrias Textiles Ayotla; accionista de TV Azteca y dueño de dos hoteles en Acapulco: el Grand Hotel Acapulco y el Crowne Plaza.
La larga trayectoria del hombre de negocios en el sector inmobiliario lo llevaron a desarrollar centros comerciales dentro de las estaciones de transporte público con gran afluencia, como el Tren Suburbano y el paradero de Zaragoza.
Desde junio de 1999, Saba Masri, hijo de Alberto Saba Raffoul, era presidente del Consejo de Administración, Consejero Propietario y presidente Ejecutivo de Unefon, operadora mexicana de telefonía móvil enfocada en el mercado masivo.
En su momento, negoció la transacción para comprar el equipo de futbol Veracruz y en 1996 al Morelia.
En 2007, Alberto Saba Rafoul y Moisés Saba Masri intentaron adquirir Aeroméxico y participaron en una subasta, pero El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) declaró ganador a un grupo de empresarios respaldado por Banamex, a pesar de que los empresarios Alberto Saba Rafoul y Moisés Saba Masri presentaron una oferta mayor.
Para este 2010, Saba Marsi tenía planeado construir un edificio mixto de 52 pisos en la ciudad de México, justo donde estaba el cine Latino.
También construiría una fábrica en medio de la selva Lacandona, en la que se produciría aceite comestible.
