Para nosotros en el norte son los huercos, pero ¿qué es un huerco, en su concepto original? La palabra huerco proviene de ORCUS dios de los infiernos entre los sefarditas y que en el español medieval vino a significar el diablo o el infierno. Entonces decirle huerco a un huerco es como decirle: chamaco del demonio.
Chamaco es un vocablo náhuatl que proviene de la voz chamahua que es un elote. A los niños se les decía chamahuas porque eran como elotes de a cinco pesos por lo tierno. También del náhuatl proviene el escuincle que se usa en gran parte del centro del país.
El escuincle originalmente era ITZCUINTLI, un perrito que conocían los aztecas y cuyo nombre se aplicó a la prole, la perrada, a los niños pero no en una connotación despectiva sino más bien en un sentido cariñoso.
También los aztecas le llamaban chilpayate pero refiriéndose especialmente al bebé, a un niño de brazos que por lo visto en esa etapa se les figuraba parecido a un gusanillo porque eso es lo que significa la palabra chilpayate...
"...ha de ser un chilpayate grande y fuerte a no dudar que también será labriego, mayordomo y caporal...".
Así se cantaba "Rancho Alegre" en los lejanos y dulces años de mi infancia.
El buki de Sinaloa y de Sonora -como Marco Antonio Solís-, se escribe actualmente con B grande, aunque originalmente era con V chica y así se les dice a los chavos comparándolos con un perro callejero, flaco y desnutrido. Vuqui es un vocablo de origen cahita que significa esclavo y se aplica al niño porque es dependiente y sujeto a la voluntad ajena.
Se les llama también según la región lepes porque se supone que son muy despiertos, plebes, peques por pequeños, criaturas porque se están criando con I, rorros porque son como muñecos que se arrullan, pollos o pipiolos que son pichones o polluelos, rapaces como si fueran todos raterillos, mocosos como si todos anduvieran como los guajolotes con la mucosidad a la vista y pelones aunque no hayan sido rapados.
"Comes como pelón de hospicio" se le dice a alguien cuyo deporte favorito es mover el diente.
Hay chavos y chamos nombre este último que también deriva de chamacos, chavales en España que son los pibes argentinos, párvulos que son inocentes como tu párvula boca que siendo tan huerca me enseñó a pecar, angelitos, pitusos, críos o gurruminos.
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PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Ulises Saldaña M. En un periódico se lee la expresión "...el Hombre se deshacería alguna vez de Dios...". Creo que debería decir "desharía" en vez de "deshacería".
RESPUESTA:
Efectivamente. El pospretérito del verbo deshacer es desharía, no deshacería.
Exclamación triste de un padre de familia para terminar: No es que mis chamacos ya no tengan qué ponerse. El problema es que ya no tienen qué quitarse. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!