Operativo. Agentes de la Policía Ministerial adscritos a Tijuana fueron detenidos por elementos del Ejército Mexicano durante una acción sorpresiva que se registró en instalaciones de la Subprocuraduría de Justicia en esta ciudad. EL UNIVERSAL
Acusados de delincuencia organizada y delitos contra la salud, 56 policías en activo y seis que habían sido dados de baja fueron detenidos en un operativo conjunto entre las Fuerzas Armadas y el Grupo de Coordinación de Baja California.
El procurador de Justicia del estado, Rommel Moreno Manjarrez, informó que esto fue resultado de pesquisas que realizó la Subprocuraduría contra la Delincuencia Organizada (SIEDO) que se prolongaron hasta dos años, y en cumplimiento a las órdenes de aprehensión que otorgó un juez federal.
En medio de gritos de los detenidos que alegaban inocencia, entre ellos el comandante operativo de la Policía Municipal, Ernesto Silva Frausto, el procurador advirtió que más elementos serán detenidos en los siguientes días.
Apenas la semana pasada, el director de Coordinación Internacional de la Procuraduría de Justicia del Estado, Jesús Quiñones Márquez, fue arrestado por el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, en inglés), por sus presuntos nexos con el crimen organizado.
Se le señala de haber utilizado su cargo para obtener información de los gobiernos de México y Estados Unidos y favorecer a una agrupación criminal.
Moreno Manjarrez aclaró que la detención masiva de ayer jueves no tiene ninguna relación con el operativo estadounidense denominado Luz Verde, y advirtió que habrá otras detenciones de agentes por vínculos criminales.
Detalló que la investigación realizada en Tijuana se prolongó entre uno y dos años, y en los siguientes días se efectuarán más detenciones.
Todos los detenidos serán procesados por los delitos de delincuencia organizada y delitos contra la salud, aunque se negó a especificar con cuál banda criminal están relacionados, y no serán arraigados ni sujetos a alguna medida cautelar porque había órdenes de detención en su contra.
Las detenciones se realizaron con total respeto a los derechos humanos y en respeto a las leyes del país, aseguró el procurador, aunque a gritos los arrestados aseguraban que con engaños fueron llamados a cursos y otras diligencias, y no se les mostró ninguna orden de aprehensión.
