
La Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA) felicitó hoy al Gobierno de México por la captura de Eduardo Teodoro García Simental, alias 'El Teo', al que calificó como uno de los 'más violentos y brutales narcotraficantes'.
La Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA) felicitó hoy al Gobierno de México por la captura de Eduardo Teodoro García Simental, alias "El Teo", al que calificó como uno de los "más violentos y brutales narcotraficantes".
La administradora en funciones de la DEA, Michele M. Leonhart, alabó en un comunicado la actuación del Gobierno de México porque permitió "sacar de la calle a otro líder de los cárteles mexicanos de droga y ya no puede hacer su guerra sangrienta".
La captura de "El Teo", uno de los narcotraficantes mexicanos más buscados, dijo, no es un hecho aislado, dado que "ejemplifica la cada vez mayor eficacia de nuestra colaboración para compartir información con la Administración de (el presidente Felipe) Calderón".
"Y nuestro compromiso continuo de derrotar a los traficantes de drogas que han supuesto una plaga para ambas naciones", indicó.
El Teo" fue capturado el martes en un domicilio de La Paz, capital del estado de Baja California sur.
Se le atribuye la autoría intelectual de la muerte de al menos 300 personas, que presuntamente ordenó disolver en ácido a su secuaz Santiago Meza, alias "El Pozolero", detenido hace un año.
Reclutado por el peligroso cártel de los hermanos Arellano Félix en 1995, "El Teo" logró ascender en las filas de la organización hasta convertirse en jefe de escoltas de uno de sus líderes, Benjamín Arellano Félix, "El Tigrillo", detenido en 2002 y extraditado a Estados Unidos.
Posteriormente ejerció como una de las cabezas del cártel, hasta su ruptura en abril de 2008 con Fernando Sánchez Arellano, actual líder, por disputas sobre el control de las ciudades mexicanas de Mexicali y Ensenada, próximas a Tijuana.
El Teo" -también llamado "El Tres Letras", "El Lalo", "El 68" y "El K-1"- financiaba sus operaciones con el secuestro de empresarios y comerciantes.
Sus estrechos lazos con los cárteles de Sinaloa y 'La Familia Michoacana', dos de las organizaciones criminales más poderosas del país, le sirvieron para continuar en el mundo del narcotráfico.