En otoño, cuando hay abundancia de hojas de colores, disfrute reuniendo algunas de todos colores y tamaños. Acomódelas en un mantel blanco y después cúbralas con un delgado plástico transparente. Hace un original arreglo y si sirve pollo o pavo para la cena, éste parecerá estar en su ambiente natural en el centro de la mesa.
Si no tiene usted espátula para sacar la última pizca de pasta del recipiente en que batió el postre, no se preocupe. Busque por allí una tapa de plástico de las que traen los botes de café y otros productos y córtele una parte de la orilla para que quede plana y tersa. Éste será un instrumento excelente para reemplazar la espátula, que extraerá de los recipientes hasta el último resto de la preparación y que le servirá también para "raspar" alimentos que se han pegado.
Cuando es colocada sobre una superficie lisa, continuamente se está resbalando al coser con las molestias consiguientes. Instálela sobre un pedazo de alfombra. La máquina ya no se resbalará, habrá menos vibración y al coser podrá clavar en el material sus agujas.
Si quiere sentirse más caliente en esos días en que el frío llega hasta los huesos, use debajo de sus suéteres y blusas los chalecos que se pone en el verano, procurando únicamente que concuerden los colores.
Si usa harinas semi preparadas para hacer panes y pasteles, procure cernirlas antes de hacer sus mezclas. Podrá batirlas con doble rapidez y le quedarán mucho más tersas las preparaciones y naturalmente los pasteles y los panes saldrán mucho mejor.