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Los ejes transversales en la escuela primaria

ROLANDO CRUZ GARCÍA

Podemos coincidir en que una de las funciones más importantes de la escuela, es la de contribuir a la formación en los alumnos de aquellas capacidades que se consideran necesarias para desarrollar valores, que revelen el ideal de hombre que nuestra sociedad se ha propuesto formar.

Una de las críticas que se han hecho a los diseños curriculares, es su falta de concreción respecto al modelo de hombre que se pretende educar, así como la ineficiencia de métodos para su formación; lo anterior unido a la débil inclusión de aspectos humanistas en los alumnos.

Entre las diferentes soluciones para corregir estas deficiencias, están los ejes transversales, que contribuyen a complementar nuestra educación y que responden a problemas de gran transcendencia en la época actual, sobre las cuales nuestra sociedad reclama una atención prioritaria.

Asumir este nuevo punto de vista, supone destacar en el diseño educativo un componente ético moral, que se ajuste mejor a nuestras condiciones sociales actuales y que le den sentido al resto de los conocimientos, destrezas y habilidades que se adquieren a través de las asignaturas.

Los ejes transversales no constituyen nuevas asignaturas, sino temáticas relevantes que interpenetran a las asignaturas propiamente dichas; el modelo ético que ellos promueven tiene que ser asumido por la totalidad de la comunidad educativa y así poder trabajarlos en conjunto a la familia para lograr que cada alumno los interiorice y los haga suyos.

Estas enseñanzas deben ayudar a distinguir el tipo de trabajo educativo que cada centro escolar promueve y al tratarse de contenidos escolares importantes y de gran trascendencia, su instrumentación debe ser ampliamente discutida por los colectivos de maestros de modo que la asuman crítica y conscientemente y puedan formular más claramente el proyecto educativo de su escuela y por ende de cada uno de sus docentes.

Para esto es necesario destacar los siguientes aspectos: los temas transversales abarcan contenidos de varias asignaturas y sólo pueden abordarse integrados a ellas y no como asignaturas independientes.

Son temas que constituyen el núcleo de las intenciones educativas que nuestra sociedad necesita, por lo que requieren ser asumidos por todo el colectivo escolar y que transciendan el estricto marco curricular, al impregnar la totalidad de las actividades del centro educativo.

No sirve de nada, predicar en las aulas ciertos valores y actitudes, para luego ofrecer modelos de actuación, tanto del profesorado o de los directivos o padres de familia, que den un mensaje claramente contradictorio; de aquí la necesidad de una clara congruencia con dichos ejes.

Los temas transversales están siempre abiertos a incorporar nuevas enseñanzas, pues la evolución de la sociedad obliga a estar permanentemente atentos a los problemas sociales que pueden exigir en un momento dado la intervención de la institución escolar, por ejemplo, la educación patriótica y ciudadana, por las dimensiones que abarca se perfila hacia la formación de sentimientos, cualidades y orientaciones valorativas que son esenciales en el modelo de hombre que se desea formar.

Trabajar por la educación cívica y ética, significa desarrollar en los niños, los sentimientos de amor a la patria, lo que en la escuela primaria se traduce en cómo se plantea en los objetivos y en el modelo de educación primaria, el sentimiento de amor y respeto hacia la familia, la escuela, los maestros, sus compañeros; además de actitudes de respeto, admiración, cariño y orgullo hacia los símbolos patrios, hacia el suelo en que se ha nacido, hacia las glorias pasadas, hacia el trabajo, hacia lo mejor de las tradiciones histórico-culturales de nuestro pueblo y hacia el medio natural que los rodea, de modo de potenciar el sentido de pertenencia y arraigo patrio y una actitud de cuidado, conservación y defensa del país.

También se orienta el trabajo hacia el respaldo y la solidaridad con otros pueblos del mundo, a fin de lograr una estrecha unidad de la educación patriótica con la educación global.

Para lograr la educación ciudadana es preciso trabajar sistemáticamente en la formación de hábitos y normas de conducta social en el conocimiento, comprensión y cumplimiento de las normas, reglas y leyes establecidas en nuestra sociedad. En los escolares primarios es necesario que estas normas tengan su antecedente en el hogar y en el círculo infantil en el que se desenvuelven.

El trabajo de la escuela primaria, en el sentido de los ejes transversales, debe incluir el conocimiento gradual por parte de los profesores y alumnos de todos aquellos contenidos que permitan y propicien el desarrollo humano pleno, recordando que el espectro de dichas temáticas es amplio: la educación ambiental, para la igualdad, para la paz, educación en valores, para la salud, la educación sexual, vial e intercultural, educación para el desarrollo y para los derechos humanos.

Promovamos pues, en todas y cada una de nuestras primarias, el conocimiento de estos importantes enfoques (que en países avanzados tienen muchos años de desarrollo), para lograr perfiles de formación básica que nos ayuden a salir del grave rezago educativo en el que nos encontramos.

Agradezco sus

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