Hay que reconocer que esta temática nace en el sector empresarial, como un elemento que todas las organizaciones deben tener en cuenta si desean desarrollarse y convertirse en entidades exitosas, además de ser líderes en lo que hacen; al trasladar este paradigma al sector educativo nos encontramos con una enorme posibilidad de aplicación, así como una necesidad imperiosa de promoverlo entre directivos y docentes, para lograr apuntalar a nuestras instituciones en estos importantes aspectos de la vida organizacional de las escuelas.
Al revisar las áreas que incluye la teoría, el comportamiento y el desarrollo organizacional, nos damos cuenta de la falta que nos hace actualizarnos y capacitarnos en estas trascendentales temáticas, que son poco conocidas en la vida de nuestras instituciones; a continuación me permito mencionar las citadas áreas del conocimiento organizacional, sin el ánimo de ser exhaustivo: misión, visión, filosofía institucional y políticas de calidad, gestión del cambio organizacional, formación de equipos de trabajo, desarrollo estructural y funcional de la organización, conocimientos del consumidor y principios de mercadotecnia.
Otras áreas del desarrollo organizacional no menos importantes son: ingreso, promoción y permanencia del personal, modelos de participación y reconocimiento, liderazgo educativo, el conflicto organizacional, solución de problemas, toma de decisiones y motivación organizacional.
Todas las áreas mencionadas son básicas y se convierten en fundamento para lograr desarrollar eficientemente a nuestras escuelas; sin embargo, existen nuevos paradigmas del desarrollo organizacional que pueden y deben aplicarse en nuestras instituciones y que son: enpowerment (facultamiento), seis sigma, justo a tiempo, kai zen (mejora continua), bench marking (conocimiento de la competencia), calidad total, planeación prospectiva (diseño de futuros), coaching, equipos de alto desempeño, management zen, competitividad internacional, etc.
Al revisar todas estas importantes temáticas, nos queda la sensación de que nos falta mucho por conocer y desarrollar en nuestras escuelas, institutos y universidades; nunca es tarde para empezar a capacitarnos y actualizarnos en ellas. A continuación me voy a permitir desglosar algunas de las áreas del conocimiento organizacional, con el ánimo de despertar en mis amables lectores, el interés por tan apasionantes temas.
La misión, visión y filosofía institucional, son tres herramientas que facilitan y sustentan el funcionamiento de las organizaciones; en este caso las educativas. A saber: la visión es la que orienta el futuro de la institución; es decir, es cómo vemos a nuestra escuela en un futuro inmediato, mediato y a largo plazo y aunque es más que una aspiración, nos da pistas de por dónde deberá transitar la organización. A partir de la visión se genera la misión, que no es otra cosa que el quehacer que debe cumplir la institución, las funciones sustantivas que habrán de desarrollarse para logar nuestro cometido. Por ultimo, es en la filosofía institucional en donde se concretan la misión y la visión de la organización, es decir en donde llevamos al plano de lo concreto la esencia de nuestras escuelas. Existe ahora un nuevo elemento que se incorpora a los anteriores para declarar cómo se pretende ofrecer un mejor servicio y que se denominan y se declaran como políticas de calidad.
Otro tema importante es el cambio organizacional, reconocemos que cambiar es abrir oportunidades y aunque no siempre se logra, la idea es cambiar hacia la mejora de nuestros procesos y por ende de nuestros productos, que en el caso de la educación, son nuestros alumnos debidamente formados. Cambiar es actuar de manera distinta para provocar resultados diferentes, no se puede mejorar si se continúa como siempre, haciendo lo mismo y de la misma manera.
En la administración del cambio existen fuerzas restrictivas, como los temores, los efectos desconocidos, las razones personales, la sensación de pérdida, etc. Pero también existen fuerzas impulsoras que nos permiten generar y gestionar los cambios, como son: la capacitación y actualización del personal, nuevas políticas, rotación del personal, nuevas directrices, cambios directivos, etc. "El estudio del cambio y su impacto en el hombre se convierten en un tema fundamental del siglo XXI, conforme se facultan y desarrollan a más personas para transformar los sistemas en que habitan" (Javier Novoa, México, 2000).
El cambio organizacional es visto en la actualidad como algo permanente, como el movimiento del universo o el transcurrir del tiempo; cambiar significa alterar un equilibrio, pero también puede denotar regresar a él. Es una palabra que contiene un mensaje personal afectivo, que varía según el contexto. Por ejemplo, hemos escuchado expresiones que denotan lo dicho: "Los nuevos tiempos requieren que todos cambiemos" o "se inicia una etapa de cambio en la organización" o bien "juntos haremos el cambio", por mencionar algunas de ellas.
El cambio, en función del tiempo, puede clasificarse en tres momentos: pasado, presente y futuro, por lo que pueden considerarse como un continuum. Esto le da al cambio una cualidad: tiene historia, un desarrollo actual y una terminación futura; considerado así adquiere una categoría infinita, pareciera que no tiene principio ni final, sólo puntos de referencia a los que les damos significado.
Se está modificando su significado, los cambios tienen cada vez más elementos y se plantean expectativas más amplias; el cambio provocado y acelerado por nuestras acciones, se vuelve una forma de vida, cada avance proporciona una nueva perspectiva y plantea un nuevo reto. En la siguiente entrega, algunas temáticas igual de importantes para nuestras instituciones.
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