LAS FECHAS se prestan para recordar lo vivido muy especialmente la niñez y la juventud. Es por ello que me atrevo a rememorar para mis lectores, el Barrio en donde crecimos y en donde fuimos libres y felices. Nuestro Barrio se ubicaba precisamente en la calle Degollado Sur, entre las avenidas Morelos y Matamoros y su área de influencia empezaba en Calzada Colón hasta la calle González Ortega frente a la Alameda Zaragoza. Ése fue nuestro mundo por muchos años y sin lugar a dudas el mejor mundo posible entre 1946 a 1954.
EN NUESTRO BARRIO vivían las familias Fink Martínez, González Avelar, Ruiz Cavazos, Alatorre Ruiz, Cano Loperena, Rodríguez de la Fuente, Fernández Aguirre, los de la Fuente, Don Antonio de Juambelz, Sánchez Aguilar, Collignon Perea, Martínez Gomera, García Valencia, Sánchez Woodword, Sánchez de la Fuente, Cueto Pámanes, Haces Gil, Enrique Ostos y los Martínez Peralta entre otras.
LOS NIÑOS QUE JUGABAN en sus calles eran libres como el viento, con la imaginación creativa para inventar sus propios juegos durante todo el año. Tenía el Barrio otros asiduos que enriquecieron su vida y pasaron a formar parte de la vida de todos, como Martín Reyes Vayssade, Héctor Humphrey Sierra, Pedro Sáenz Cepeda, Abilio Hoyos, Jesús Jardón Sáenz, Juan Antonio González Vázquez y otros.
LA MAYORÍA ESTUDÍABAMOS en el colegio Hispano Mexicano fundado por los maestros Pablo Farruz Sola, Antolin, Alexander y Garrido; en el Cervantes con los maestros Vigata, Ponce, Alatorre y otros, todos ellos representantes de aquella ilustrísima generación de refugiados españoles que expulsados por la dictadura de Franco en España felizmente llegaron a esta Comarca. Los menos estudiaban en el Instituto Francés de La Laguna centro educativo de excelencia; claro estamos hablando de verdaderos maestros y auténticos formadores de jóvenes no como los de ahora, que no pasan ni los exámenes de admisión.
LOS JÓVENES del Barrio eran activos yo diría hasta hiperactivos. No había mes que no se les ocurriera alguna novedad. Martín Reyes proyectó una publicación diaria que consistía en una hoja escrita en máquina de escribir que contaba las novedades del día sucedidas en el Barrio, hoja que se pegaba en el poste telefónico en la banqueta. En otras ocasiones se organizaban elecciones para elegir al presidente del Barrio y al jefe de Policía y hasta carnavales locales se organizaban.
TAMBIÉN LES DABA por el teatro y realmente estaban muy adelantados para su época y para la edad de los actores. Se puso en escena la obra del filósofo existencialista Jean Paul Sartre “Muertos sin Sepultura” en el garaje de una de las casas. Después se montó una obra que se hizo en el cine “La Soga” adaptada por Martín. Más tarde se hizo “El que se fue a la Guerra” drama en el cual la esposa del soldado ausente le ponía los cuernos al militar. Esta obra por atentar a la moral fue suspendida a protesta de la señora Alatorre Ruiz.
TAMBIÉN LES gustaba la prensa. Con una idea original se editó la revista “La Voz del Estudiantado” que contenía una página con noticias de los diversos colegios, desde donde escribía un corresponsal. Teníamos corresponsales en la Venustiano Carranza, Colegio la Luz (Beatriz García Peña), Cervantes, Hispano Mexicano, Francés de La Laguna. En su portada la revista se ilustraba con las bellas jovencitas de la época como Elvira Esparza, Marilú y Leny Ram, Luz Amalia Collignon, María del Carmen Ruiz Cavazos, Marta Galán Dingler, Marilú Fink entre otras.
BARRIO INQUIETO del que es justo recordar salieron para servir a su comunidad de Torreón, en Saltillo, en Durango y en la vida nacional: un secretario de Educación Pública, un subsecretario de Cultura, al fundador de la Liga Espartaco, al secretario particular del “Che Guevara”, tres presidentes municipales, dos diputados locales, cinco diputados federales, un gobernador, dos senadores de la República, un rector de la Universidad Autónoma de Coahuila y al Fundador del Partido Nacionalista de México todos de la misma calle Degollado Sur.
QUEDA PARA UN siguiente artículo relatar otras aventuras de nuestros amigos y vecinos colindantes a nuestro Barrio, muy especialmente a los chicos de la Alameda a cuadra y media de la Degollado Sur, que representan también a aquella juventud libre como Jesús Valdez, Jorge Rolando Garnica, Enrique Sada Díaz de León, Pepe García Triana entre otros muchos.
TIEMPOS IDOS que queremos atrapar y fijar en nuestra memoria con la vaga ilusión de que no se lleguen a perder y se puedan mantener vivos para que de alguna manera, nos sirvan de fortaleza en los días difíciles de nuestra existencia. Tiempos pasados en donde se forjaron las amistades que duran toda la vida.
DE TODAS aquellas cabezas de familia creo no queda ninguna. Quizá mi madre fue la última representante de aquel Barrio. Ella murió el año pasado a los 103 años. Ya no están con nosotros Don Eduardo Ruiz, Doña Sarita, Doña Berta, Napoleón, Consuelo Alatorre, María Luisa Fink, Carlos Fink, Teodoro Collignon, Felipe Sánchez de la Fuente, Enrique Ostos, el Tío Sánchez Durán, Doña Lucía Fernández Aguirre, Mamá Enriqueta, Héctor Humphrey Sierra, Sergio Cano Loperena, Martín Reyes, Óscar Ruiz, Quintín Ruiz, Don Ignacio Martínez entre otros muchos que escapan ahora a mi memoria.
UN BARRIO REALMENTE muy singular, el de la Degollado Sur.
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