Recibí ayer un correo titulado “El centavito de Cárdenas” y lo abrí, pues presentía que tenía algo qué ver con la publicidad que se ha desatado sobre la reforma energética; la presentación del correo es del tipo muy conocido y usado por aquellos que quieren -y muchas veces lo logran- confundir y desinformar además de afirmar supuestos imposibles de corroborar, como la historia de que cuando Lázaro Cárdenas nacionalizó las compañías petroleras, envió un decreto en el que instituía que de por vida a su familia y descendientes se les diera un centavo por cada barril de crudo que se extrajera. En verdad que son imaginativos.
El desconocimiento de la historia de nuestro país es impactante, empieza describiendo a Francisco I. Madero como un rico y ambicioso hacendado que se le ocurrió ser presidente, que lo mata su propia gente, porque ni loco iba a repartir sus propias tierras, Victoriano Huerta se apodera y ahí comienza la Revolución, luego el Gobierno (¿?) mata a los revolucionarios y hace el Monumento a la Revolución y pone a los que mataron a los revolucionarios y no a Francisco Villa o a Emiliano Zapata.
Más adelante afirma que Lázaro Cárdenas al ver el potencial del petróleo lo expropia y hace el supuesto decreto del centavito.
Y tratando de descalificar a Cárdenas, se le van a la yugular para después de una forma por demás burda, nos detallan todas las ventajas de que Pemex sea privado, argumentando que ninguna petrolera extranjera anda tan mal de dinero como Pemex y que abran a la competencia y que se acabe el monopolio.
He visto muchas cosas, pero difícilmente algo tan estúpido, y si la gente se cree eso, estamos en un muy grande aprieto, la ignorancia es bestial y el pueblo que olvida su historia, repite irremediablemente sus errores.
¿Qué no saben estas gentes que los ingresos petroleros sustituyen los impuestos que en este país no se pagan y que es el primer ingreso del Gobierno para gasto público?
¿Y Telmex no es monopolio? Las tarifas más altas, sin competencia y como dijo Francisco Gil, el anterior secretario de Hacienda, recogen todo el efectivo de este país, y quién dice nada, se rasgan las vestiduras con Pemex, ¿y Telmex? ¡Bien Gracias!, él paga campañas y sus candidatos lo protegen.
Tamañas patrañas son un insulto a la inteligencia y al sentido común de los mexicanos. Hay quienes opinan que tenemos muy arraigado el nacionalismo revolucionario, que es el mito que Lázaro Cárdenas creó para legitimar un régimen; ok, ¿cuál es el problema de que los mexicanos nos sintamos identificados con un movimiento social, qué otra cosa nos identificaría en este país que es tantos países?
Los que pensamos diferente, que sería catastrófico para el país una decisión de esa envergadura, que nos sentimos orgullosos de nuestro país a pesar de todo. Se nos señala como tontos e ignorantes, que vivimos en el pasado, que no entendemos los avances de los tiempos.
Lo que pasa es que no les creo. Es para mí, como si vendiéramos el rancho porque tenemos un caporal ratero, o la empresa familiar porque no nos ponemos de acuerdo sobre quién la dirija, o igual quieren los herederos repartirse el dinero para gastarlo en un viaje, casa, casar a los hijos y darse a la buena vida.
No podemos ignorar que con el poderío económico, las empresas petroleras, invaden países, derrocan gobiernos, pagan guerrillas, ponen y quitan presidentes, el futuro de México será por demás bastante predecible, considerando que nuestra más importante fuente de ingreso hoy por hoy es el petróleo, el empobrecimiento será letal, porque el Gobierno no podrá ordeñar a las empresas extranjeras como lo hace con Pemex, ya que desde luego éstas vienen a ganar dinero, no a pagar impuestos ni a mejorar los niveles de vida de los mexicanos; en los países petroleros estas empresas viven dentro de ciudades prácticamente amuralladas, y tienen ejércitos tanto mercenarios como de esos países a su servicio para que los defiendan, rodeados de una enorme miseria, basta para ejemplo Angola en África, que tiene el mejor petróleo del mundo, es tal su calidad que no requiere casi refinación, y el país está hundido en la pobreza y la guerra de guerrillas de las diferentes facciones.
¿Quién se imagina usted que sostiene a Hugo Chávez en el poder, por qué lo aguantan todos los gobiernos? ¡Exacto! las empresas petroleras, a quienes les vende el petróleo venezolano, ¿y los venezolanos a quién le importan, y dónde quedó el rollo democrático de Estados Unidos? Puras patrañas, son intereses.
Ahora si estamos hablando de Contratos de Riesgo, han existido desde la época de Miguel Alemán, y pueden seguir vigentes, pero hoy son demasiados los millones de dólares en juego, casi cien dólares el barril, contra los nueve dólares que llegó a valer en la época de Miguel de la Madrid, en esos tiempos ni quién hablara de privatizar.
Soy una idealista irredenta, quisiera que fuera eficiente nuestro Pemex, que no existiesen las agendas privadas, los empresarios insaciables, los Mouriños, los Bribiesca, los Lozano, los Sojo, los Gordillo, los Romero Dechamps, por mencionar a los más recientes, que defendiéramos con los dientes y el corazón, lo que tenemos, que en lugar de reforma energética hubiese sido una verdadera reforma fiscal, que el petróleo nos diera a todos agua, luz, seguridad social, vivienda, educación, bienestar, trabajo, que pudiésemos seguir teniendo sueños, porque se ha convertido en una pesadilla.