Hay un momento en toda travesía donde se debe tomar una decisión: el Punto de Retorno Seguro (PRS) o lo que es lo mismo, justo cuando el indicador de combustible marca exactamente medio tanque. Avanzar sólo unos metros significa que se arriesgará todo por llegar al destino, simplemente porque ya no resulta viable el intentar regresar al punto de partida.
El gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, encontró su PRS justamente el domingo, en Piedras Negras: anunció que solicitará licencia en breve para emprender la batalla por la candidatura priista a la Presidencia de la República. Luego de los resultados de la consulta pública (y del manifiesto aval ciudadano) y tan firme aseveración, el mandatario simplemente ya no puede “reconsiderar”. Va con todo por la estafeta tricolor y si bien la tarea se antoja titánica, no es imposible.
Así, Coahuila enfrentará un hecho extraordinario, ya que en la historia reciente no se tiene mayor referencia de una solicitud de licencia, salvo el caso de Óscar Flores Tapia, que se vio obligado a retirarse y fue sustituido 100 días por Francisco José Madero. Cabe señalar que la Constitución Política de Coahuila contempla que el Congreso del Estado puede designar a un gobernador sustituto en caso de solicitud de licencia, pero no se especifica si se debe integrar una terna o corresponde el nombramiento directo.
Martínez considera que se encuentra en mejor posición respecto a otros aspirantes, por lo que sentencia que habrá de esperar la convocatoria (cuestión de unas cuantas semanas) para luego solicitar licencia. “Nosotros pensamos iniciar en el mes de abril para que la campaña pueda llegarle a los más de cien millones de mexicanos y vamos a ver qué respuesta tenemos”.
Insiste en lo que insisten todos los aspirantes que hoy luchan contra la corriente madracista: el proceso de selección del candidato tricolor debe ser transparente, limpio y legitimado, ya que de lo contrario el partido arriesgaría la posibilidad de regresar a Los Pinos. Entiende que la lucha que habrá de encarar formalmente será difícil, pero confía en superar los problemas que puedan presentarse.
Sólo queda desearle suerte al mandatario coahuilense.
