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Diputados amodorrados/apital político

Adrián Rueda

Fuera de forma se vieron la mayoría de los diputados locales en su primera semana de trabajo, luego de las vacaciones de fin de año. Durante la comparecencia del subsecretario de Seguridad Pública, Gabriel Regino, ante la comisión especial que investiga los linchamientos en Tláhuac, los curulecos se vieron mal. Los perredistas Juventino Rodríguez y Julio Escamilla se vieron lambiscones en exceso, mientras que el panista Jorge Lara se fue por el camino de la rudeza innecesaria. Juventino, por ejemplo, se quedó en el discurso setentero y parece ser el único ser en el DF que no entiende la magnitud de la tragedia ocurrida en Tláhuac, de donde se dice líder.

Dijo que nada más por ser de izquierda, el Gobierno no lo quiere ni a él ni a su partido, les echan encima al Cisen y que, incluso, busca relacionarlos con el EPR. Se dio el lujo de defender al ex delegado Francisco Martínez Rojo, pues dijo que con él al frente en la demarcación no había delincuencia, como la hay ahora con Fátima Mena.

En su afán por exculpar a Regino quizá a Juve se le olvidó que Martínez Rojo es prófugo de la justicia, señalado como uno de los que dio entrada a los maras a la zona y que los propios perredistas lo acusan de asociarse con Carlos Ahumada. Pero Juventino no iba solo, faltaba el mareador choro de su compañero Julio Escamilla, quien en lugar de pedir datos sobre los linchamientos, se dedicó a hablar de Vicente Fox.

Otra vez, sin que nadie tocara el tema, el perredista dijo que no le extrañaría que más adelante relacionarán al PRD y a Andrés Manuel López Obrador con el EPR. Como que tanta insistencia en el asunto hace pensar en eso de que explicación no pedida.

Mientras tanto Regino se dedicaba a escuchar los cebollazos perredistas, innecesarios, pues el funcionario llevaba muy bien organizada su defensa y no dejó pregunta sin contestar. Mostró sus dotes de catedrático y dio explicaciones sobre legislación, orografía y tácticas policiacas, aunque no se pudo contener y lanzó veneno contra el Gobierno Federal.

Durante la comparecencia, la priista Claudia Esqueda se pasó de buena y se dedicó a caravanear a Regino y a compararlo con Fátima Mena, quien dos días antes los había bateado. Otro que se vio fuera de forma fue el panista Jorge Alberto Lara, quien por segunda ocasión consecutiva se enredó en su rollo, tartamudeó y al final no sabía de qué estaba hablando.

Es la segunda vez que le pasa en la semana y, tan perdido andaba, que sin motivo empezó a atacar a Regino con el rollo de que Vicente Fox era su jefe y que lo tenía que respetar. Raro en el panista, que se ha distinguido por ser un buen orador. Quizá le pasó lo que a Sansón, que nada más perdió el cabello y se le fue la fuerza.

Centavitos...

Los que sólo estuvieron de adorno en Donceles fueron Andrés Lozano y Francisco Chiguil, que fueron sólo para cuidar los intereses de su jefe Joel Ortega... Por su parte Carlos Reyes Gámiz demostró una vez más que no aguanta mucho tiempo en un solo lugar y abandona los eventos. Lorena Villavicencio también se cortó de la comparecencia para ir al velorio de la mamá de Pablo Gómez... El chiste es que la comisión especial del caso Tláhuac sirve nada más para la grilla, no hace ningún trabajo serio y, por supuesto, al final no habrá ningún resultado... Mientras tanto, a la misma hora pero en otra sala, la comisión permanente, integrada por pura morralla de los partidos, sesionaba sin que nadie los pelara.

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