AGENCIAS
CACAXTLA, TLAXCALA.- La antigüedad, asignación histórica, datos arqueológicos y algunas pruebas con Carbono 14 demuestran que Cacaxtla fue construida por una cultura anterior a los olmecas xicalancas y no por éstos, afirma el arqueólogo Andrés Santana Sandoval, autor de un libro en el que sostiene esta tesis y que tentativamente lleva el título Cacaxtla: el Santuario Tlaxcalteca a la Dualidad.
La atribución constructiva a los xicalancas, añadió el autor, fue precipitada por la necesidad de brindar una ?versión oficial rápida sobre la población que creó Cacaxtla, y la única a la mano en aquel momento (1976), se sustentó en un informe prehispánico recogido por un misionero español que escribió que 300 años atrás esa región había estado habitada por xicalancas?.
?Por ello, el objetivo central de mi libro -apuntó el arqueólogo- es demostrar que esa versión oficial es falsa y que los creadores de la gran ciudad tlaxcalteca pertenecieron a una cultura anterior que podríamos describir como paleo-olmeca, de acuerdo al concepto propuesto por el investigador Jiménez Moreno?.
Santana Sandoval, quien participó como ayudante en las primeras excavaciones de Cacaxtla, asegura que este grupo prehispánico tuvo notable presencia en Teotihuacán y en el valle poblano-tlaxcalteca; se dedicaba al comercio entre el altiplano y el Golfo de México; y probablemente tuvo vínculos étnicos con los popolucas.
Reconoce sin embargo, que al igual como ocurre con los xicalancas, los paleo-olmecas que construyeron Cacaxtla no están plenamente identificados, pues se desconoce qué lengua hablaban, y su cerámica y sus pinturas murales no guardan relación con culturas posteriores.
En Cacaxtla: el Santuario Tlaxcalteca a la Dualidad, Santana Sandoval propone una explicación integral y accesible de su tesis para convencer a arqueólogos y público en general -con base en documentación especializada, literaria y gráfica, estudios científicos incluso inéditos- que fue una ciudad paleo-olmeca y construida por los ?abuelos de los xicalancas?.
Tan sólo el cotejo de fechas históricas evidencia la certeza de su propuesta: Cacaxtla comenzó a construirse en el año 300 antes de Cristo; sus murales se pintaron entre los años 640 y 800 después de Cristo; y los xicalancas llegaron a la región de Tlaxcala y Puebla después del año 800 y la habitaron hasta el año 1100.
El autor, quien obtuvo la licenciatura de arqueología precisamente con una tesis sobre los trabajos de investigación en esta zona ?Contribución al Establecimiento de una Secuencia Cronológico-Cultural en Cacaxtla, Tlaxcala-, afirma que él no es el especialista más conocido que ha escrito sobre la ciudad prehispánica, pero sí el que más ha trabajado en ella, pues ha dedicado un cuarto de siglo a la exploración, estudio analógico, docencia y difusión literaria de sus investigaciones a través de más de 25 publicaciones.
?Hay varios trabajos publicados que elaboraron conocidos arqueólogos e historiadores, pero con excepción de un caso, ninguno de ellos realizó trabajos de campo en Cacaxtla. Por ello la visión de estos textos, que reproducen la versión oficial que se dio hace 30 décadas, es parcial y fragmentaria, además de que está sustentada en descripciones, interpretaciones y diagnósticos de exploraciones arqueológicas hechas por otras personas?, enfatizó Santana Sandoval.