Ciudad de México (Notimex).- La exposición "Libros prohibidos, censura y expurgo de la Biblioteca Palafoxiana" exhibe 34 volúmenes que fueron prohibidos en los siglos que van del XVI al XX, a partir de su inauguración la semana pasada en la Biblioteca Palafoxiana de Puebla, Puebla.
Como parte del proyecto "Biblioteca Palafoxiana del Tercer Milenio", la muestra tiene como objetivo principal "la divulgación del acervo palafoxiano para iniciar un proceso de reconocimiento y apropiación de la sociedad de este valioso patrimonio universal", señala la Secretaría de Cultura de Puebla, en un comunicado.
La selección incluye cédulas y textos explicativos, que han sido simplificados por los investigadores de la biblioteca, entre comunicólogos, diseñadores gráficos y museógrafos, siempre bajo la línea de no destruir la esencia de lo contenido en estos ejemplares únicos que resguarda la Biblioteca Palafoxiana.
"Las salas que contienen la exposición son desde ahora un espacio permanente para divulgar a toda la población, y no sólo a los especialistas e investigadores, los tesoros contenidos en la Biblioteca Palafoxiana", indicó un comunicado.
Informó que el proyecto de "Libros prohibidos, censura y expurgo" tuvo una inversión de 2.2 millones de pesos en tecnologías de vanguardia de seguridad, acondicionamiento climático, elementos museográficos y elementos multimedia.
Se incluye una selección de obras literarias censuradas o expurgadas entre los siglos XVI al XX, además de pantallas gigantes, instaladas a lo largo de la exposición para amplificar detalles importantes de los 34 libros prohibidos expuestos.
La censura y la prohibición sobre ciertos temas y libros, comenzó durante la Edad Media, cuando autoridades eclesiásticas y civiles, prohibieron difundir opiniones, escritos o imágenes que se consideraban contrarias a los principios morales, religiosos, políticos o sociales que regían la vida de la comunidad.
Los datos sobre la censura datan de 1496, cuando el arzobispo Bertoldo de Maguncia sostuvo que ningún libro podía ser publicado sin la aprobación episcopal, so pena de excomunión; para el siglo XVI, el Papa Alejandro VI prohibió publicar textos sin la aprobación eclesiástica, para evitar la propagación de ideas contrarias a la fe.
En la Nueva España, la iglesia y la corona española revisaban todas las publicaciones provenientes de Europa o impresos en América; las licencias eran otorgadas por el virrey y el obispo, ayudados por teólogos expertos en el tema.
No fue sino hasta 1564 durante la sesión 24 del Concilio de Trento que la Iglesia creó el Indice de libros prohibidos, en el cual se enlistaban los que no debían ser leídos y los autores que se declaraban prohibidos.
Entre los criterios que determinaban que una obra fuera expurgada y no prohibida estaban los siguientes: las oraciones heréticas, escandalosas o blasfemas; oraciones que hablaran de ritos o ceremonias contrarias a los sacramentos, costumbres o prácticas determinadas por la Iglesia romana.
Así como palabras profanas introducidas por herejes para engañar a los fieles, de significado u origen dudoso o equivocado que movieran los ánimos de los lectores apartándolos del sentido católico; citas erróneas de la Biblia de los doctores o padres de la Iglesia.
Se prohibían alusiones a la superstición, hechicería y adivinación, que se opusieran a las buenas costumbres, a la disciplina cristiana, a la libertad, inmunidad y jurisdicción eclesiástica; las imágenes que mostraran al descubierto partes del cuerpo humano.
Esas, entre muchas otras cosas, eran prohibidas entre los libros de toda la Edad Media; algunos de los cuales se salvaron gracias a que eran expurgados y firmados con licencia, o bien corregidos por un comisionado del Santo Oficio.
El expurgo evitó la desaparición de muchas obras, sus criterios o fundamentos obedecieron más a conceptos morales que ideológicos, lo que trajo como consecuencia la libertad de enmendar y censurar según el criterio subjetivo del bibliotecario, dueño del libro o un simple lector.
La exposición "Libros prohibidos, censura y expurgo de la Biblioteca Palafoxiana" es resultado de los trabajos de inventariado del acervo de ese recinto, luego de la intervención completa en el catálogo, la recimentación del inmueble y la restauración de la estantería de la biblioteca, luego del sismo de 1999.
La catalogación fue realizada bajo estrictos controles internacionales, además de que el inmueble que alberga el acervo se reestructuró y restauró totalmente. La intervención y mantenimiento a la estantería de maderas preciosas finalizará en el 2004.
"Libros prohibidos, censura y expurgo en la biblioteca Palafoxiana" estará abierta hasta enero de 2004, de martes a domingo en horario desde las 10 hasta 17 horas, en dicha entidad.
