Estos días, 100 toneladas de oro puro cuestan más de mil millones de dólares. En 1943 solamente, los alemanes depositaron algunas 150 toneladas de oro en bancos suizos. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, los nazis depositaron algunas 500 toneladas de oro en los bancos secretos de Suiza. Ellos sabían que era oro robado de las bóvedas de bancos conquistados o que fue tomado de los dientes de los millones de judíos muertos en los campos de concentración. Esto dice uno de los documentos, que acaban de dejar de ser clasificados en los Archivos Nacionales de los Estados Unidos. En abril 1 de 1945, cuando Adolfo Hitler llegó al bunker de Berlín, que finalmente se convirtió en su tumba, los suizos ya habían aceptado recibir más de tres mil toneladas de oro. Los documentos dicen que los dos bancos más grandes de Suiza sirvieron como “lavaderos de dinero” para dinero y oro robado en bancos de Hungría, Rumanía y otras partes de Europa ocupadas por los nazis, y actuaron como los banqueros internacionales de los criminales que perpetraron el genocidio de millones de judíos.