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Conquistados / colonizados

Diálogo

YAMIL DARWICH

Quinientos años después de haber caído la Gran Tenochtitlán, continuamos discutiendo sobre el hubiera sido y el es, ambas posturas estériles ante nuestra realidad: somos mexicanos y debemos comprendernos para atendernos adecuadamente.

Desde luego que hay diferencia entre el impacto psicológico que recibieron los conquistados -centro y sur del ahora México- y los colonizados -norte del territorio-.

Tal vez, analizando la realidad, encontremos explicaciones de los porqués de las diferencias en términos de idiosincrasia y actitud, comparando etnias, geografías y ecologías de una y otra región nacional.

Dicen que "la historia es escrita por los vencedores" y en nuestro caso, los principales documentos que refieren la Conquista de México, fueron asentados por españoles, civiles y religiosos, que dejaron constancia de su muy particular punto de vista.

Dejo a los expertos del tema la discusión sobre la verdad; sin duda, ambas posturas tienen parte de razón; me opongo a las tonterías distractoras de pedir a los españoles del siglo XXI, la disculpa por el daño cometido durante la conquista. Todo es cuestión de analizar, sumar y restar, aunque en vidas humanas no aplica relación matemática alguna.

Aquellos que nos hablan de "la Madre Patria", refiriéndose a la Península Ibérica, defienden la conquista basados en los beneficios recibidos en cuestiones de civilidad, religiosidad y economía.

Afirman que Tenochtitlán, era una conglomeración de gentes y construcciones con desorden; viviendo la idolatría, sanguinarios ritos e inhumana convivencia; con una agricultura primitiva, basadas en milpas poco productivas, sustituidas con el monocultivo europeo.

Desde luego que los conquistadores desarrollaron la minería y la ganadería; también elevaron la productividad del sur/sureste en cuestiones de cultivos, principalmente henequén y caña de azúcar.

La contraparte, señala la brutalidad con que fueron sometidos los aztecas, menospreciando la participación de indígenas reclutados contra el imperio; la imposición de creencias religiosas -cristianismo- que fracturaron la psique indígena, confundiéndolo y generándole pérdida de autoestima; el cambio de cultivo de milpa a monocultivo, que disminuyó la calidad de la alimentación. Incluya las epidemias.

Estudios de la UNAM, reflejan la importancia del cuidado de suelos de forma natural con la milpa, al tener alternancia temporal de cultivos -chile, maíz, frijol y calabaza, principalmente- manteniendo el equilibrio orgánico y mineral de la tierra; de hecho, algunas poblaciones indígenas de la sierra de Puebla, continúan con el sistema y a la fecha no requieren de abonos artificiales o insecticidas. Los métodos modernos se fundamentan en el beneficio de la productividad a corto plazo.

Algunos autores -contraparte de los que apoyan la conquista- definen el esplendor de la Gran Tenochtitlán, ciudad enorme -probablemente cercana al millón de habitantes- que, asentada sobre un lago, estaba construida sobre pilotes y terraplenes -obra de ingeniería civil sin comparación con aquella Europa-, organizada civilmente con cuadros de construcción, canales de agua para la circulación y transporte, puentes para el cruce de habitantes y sistemas de acueductos conduciendo aguas limpias y residuales. Gary Jennings -novelista imaginativo- habla de la presencia de edificios con pisos superiores donde evacuaban sus necesidades fisiológicas. ¿Sanitarios?

Acabar con la idolatría representó abusos e imposiciones y para ello, los evangelizadores, requirieron de enorme creatividad, fueran buenos o malos sacerdotes. Convencer al indígena de la doctrina de Cristo, requirió de atrios con cruces al exterior de las iglesias, dando oportunidad de acercamiento del aborigen temeroso del castigo de sus deidades; incluya historias y tradiciones que inculcaron, basadas en el temor, buscando conducirlos hacia la "verdadera fe".

Es cierto que favorecieron el mejor trato a la mujer, pero sin llegar a combatir el machismo; además, promovieron la atención a la familia como organización social, aunque también se dieron los abusos de los malos conquistadores, que disminuyeron, aunque en forma mínima, con la orden expresa de reconocerle al indígena su humanidad con alma.

Es tema de diálogo analizar lo bueno y lo malo de la conquista, qué en el caso del norte, se diferenció por haberse tratado de colonización, con menores agravios a los autóctonos, aunque habrá que señalar los crímenes cometidos contra los pobladores de la región semiárida, nuestro caso. Simplemente: los habitantes del norte que no aceptaron la evangelización fueron exterminados.

Poco se ha tratado sobre las diferencias en las construcciones emocionales de unos y otros -norte, centro y sur- y cómo ha influido en actitudes y el comportamiento. Las cuestiones de mezcla genética también es tema de otros diálogos.

Finalmente, lo importante: somos mezcla genética y cultural que, como mexicanos, nos hicieron diferentes, peculiares; ni mejores o peores a otras etnias del mundo.

Las particularidades en la construcción de personalidad mexicana nos deben de llenar de orgullo, aunque permanentemente atacados, ahora por el conquistador moderno, detalle que también hemos descuidado absorbiendo sus usos y costumbres negativos.

¿Qué opina?

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P.D. Construimos pirámides de cartón y descuidamos la techumbre protectora del Templo Mayor

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