López Obrador acusó a Estados Unidos de atentar contra la soberanía de países vecinos. (EL UNIVERSAL)
El presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a la cooperación al inicio de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), pero sin criticar la represión ejercida contra fuerzas opositoras por parte de los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
No obstante, las críticas del titular del Ejecutivo federal se centraron en la Organización de Estados Americanos (OEA), la cual propuso que fuera reemplazada "por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie, sino mediador, a petición y aceptación de las partes en conflicto".
Sin detallar sobre la propuesta, el presidente López Obrador recalcó que este organismo debería ser semejante a "construir algo como la Unión Europea, pero apegado a nuestra historia, a nuestra realidad y a nuestras identidades".
Asimismo, admitió que "se trata de un asunto complejo, que requiere de una nueva visión política y económica".
A diferencia de sus anteriores posicionamientos, en los que se abstenía de emitir opiniones sobre la política internacional, el presidente acusó que el Gobierno de Estados Unidos "nunca ha dejado de realizar operaciones abiertas o encubiertas contra los países independientes situados al sur del río Bravo" y que "la influencia de la política exterior de Estados Unidos es predominante en América".
Pese a las críticas hacia Washington, el mandatario pidió a los Estados miembros de la Celac "hacer a un lado la disyuntiva de integrarse a Estados Unidos o de oponerse en forma defensiva", al señalar que la guerra comercial abierta con China ha propiciado que la Unión Americana vea como aliados a los países de la región.
Por su parte, destacó el caso de Cuba, mismo que consideró un "caso especial" y comentó que "merece ser declarada patrimonio de la humanidad" y "nueva Numancia por su ejemplo de resistencia".
Dichas declaraciones van contra el posicionamiento generalizado de la región por el cese de las represiones contra la oposición al régimen de Miguel Díaz-Canel en Cuba, y se suma abiertamente a los países que no exigen el fin de la dictadura en la isla.
Argentina, Venezuela y Nicaragua son otras de las naciones que apoyan abiertamente al régimen cubano.
Sobre estas dos últimas naciones, con un amplio número de sanciones y exigencias de la comunidad internacional a permitir elecciones libres, López Obrador no emitió posicionamiento pese a que sus representantes llegaron para la cumbre de la Celac al país.
Sin embargo, en el caso particular de Venezuela, expertos aseguraron que México es un "candidato ideal" para sostener las negociaciones entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.
En días recientes creció la expectativa de que México sea el anfitrión de una nueva ronda de diálogo para que se celebren elecciones libres y se levanten las sanciones económicas por parte de Estados Unidos, que han agravado la debacle económica del país. Incluso el presidente Nicolás Maduro se dijo listo para discutir una agenda en ese sentido en México; pese a que el Gobierno no ha definido su participación, el venezolano espera la participación de varios Gobiernos, entre ellos el de EUA.
