EDITORIAL Caricatura Editorial Columna Astillero Sergio Sarmiento editoriales

Desequilibrios, el caso del río Nazas

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

Continuando con la discusión pública del impacto ambiental de la potabilizadora que se pretende construir en el último tramo del río vivo, en el Nazas, es importante señalar lo que no se ve. Desde que inició la construcción y uso de la infraestructura hidráulica, las presas por ejemplo, se dio inició también una presión permanente sobre el Río Nazas, de golpe y porrazo se suspendió la hidrología natural y fue reemplazada por la hidrología de apagar y prender, apago no hay agua, prendo hay agua, desde luego el control es humano. Esto significa menos agua, un menor caudal en la corriente del río con un ritmo o patrón temporal diferente al natural.

Seguramente, cuando se expresaba la hidrología natural ocurrieron caudales de escurrimientos basales, caudales de anegamiento y los caudales de las crecidas, estos dos últimos con funciones ecológicas bien importantes: recargar el manto freático de las planicies de inundación, mantener la diversidad de los bosques de inundación, controlar la distribución y abundancia de plantas en las planicies de inundación, depósito de sedimentos de diferentes tamaños y proporcionar nuevas oportunidades de alimentación de peces y aves acuáticas.

Los caudales de anegamiento y de las crecidas depositaron materiales como el limo, arcillas, arenas, nutrientes y materia orgánica que dieron lugar a los fértiles valles aluviales que desde hace mucho tiempo se cultivan con éxito. Los bosques que existían en las planicies como las alamedas, ahuhuetales (sabinadas) y saucedas desaparecieron y están ahora confinados a los bancos del río, formando una línea que conecta toda la longitud del río vivo. Aún quedan testigos vivos de lo que estoy diciendo, algunos solitarios sabinos o ahuehuetes que nos están indicando "hasta aquí llegaban las crecidas del río. En otros casos son grandes y frondosos álamos indicando lo mismo.

El ecosistema ripario posee mecanismos que le permiten controlar perturbaciones externas y lograr mantener una condición parecida a la original, sin embargo, cuando la perturbación es significativamente grande, el río puede requerir mucho tiempo para recuperarse y cuando al fin lo logra su nueva condición es de un valor ecológico severamente disminuido en comparación con su potencial anterior. Esto es lo que ocurrió cuando se redujo el caudal natural de río: el bosque se contrajo a una línea verde sobre el único lugar en donde encontraría agua, sedimentos y la energía de la corriente: el actual cauce del río que conocemos.

Ahora, una nueva amenaza se cierne sobre el río y como se ve, lo más seguro es que no exista ya el poder del ecosistema para auto sanarse, me refiero a las actividades destructivas asociadas a la construcción de una presa derivadora y la desviación del río en el mismo sitio para lograr las condiciones de sequedad para dar paso al cemento y a la varilla y seguramente a la maquinaria pesada que tumbará ahuehuetes centenarios o tal vez milenarios, álamos, mezquites y otras plantas. Es absurdo preguntar si esto es cierto, literalmente así se redacta en el documento oficial del proyecto: "Como parte del proceso constructivo del proyecto, se llevara´ a cabo la construcción de un canal de desvío que permitirá desviar los escurrimientos del río para dejar libre de agua los espacios donde se cimentara´ la presa derivadora".

Me enternece leer en dicho documento que serán "rescatados el 100% de las especies" del bosque de galería y que en caso de ser afectados se repondrán 10 árboles por cada uno de los afectados, entiéndase muertos. Visualice usted un ahuehuete centenario o milenario posicionado sobre la ribera del río con sus fuertes raíces metidas en el agua, con esos grandes y voluminosos tallos que encierran entre sus anillos de crecimiento la historia climática pasada, ahora agregue a su visión como es removido y puesto a un lado, es una imagen horrorosa, no es cierto, bueno pues por cada uno de estos magníficos árboles repondrán 10 arbolitos. Localmente, in situ, habrá destrucción y será muy difícil la recuperación del río, pero no para aquí, los pulsos de la naturaleza del río llevará hasta el último tramo de río vivo el desequilibrio del ecosistema, debilitandolo aún más. Las condiciones dinámicas de las que dependen las comunidades biológicas del río serán perturbadas o modificadas en su estructura, procesos y funciones. Una de estas funciones es la conectividad, la cual es una medida de cuán espacialmente continuo es el corredor ripario. Este atributo se ve afectado por huecos y fragmentaciones en el río, que es exactamente el significado de lo que van hacer en el cauce durante la construcción de la presa. Además el caudal disminuye y el transporte de sedimentos también. Se afectan hábitats de peces y aves y de la fauna silvestre en general.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: A la Ciudadanía editorial A la ciudadanía

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1942979

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx