El reportero de Bloomberg News Max De Haldevang preguntó respetuoso al presidente Andrés Manuel López Obrador en La Mañanera del 10 de marzo de este año si revisarían el programa Sembrando Vidas, ya que los campesinos estaban quemando selva para reforestar y así obtener el apoyo gubernamental. "No estoy de acuerdo con esa apreciación, no se está destruyendo, ese dato, ese error, no se apega a la realidad", le contestó el Presidente.
"Con todo respeto, fui a muchos lugares de esos dos estados, vi los troncos quemados", inquirió el periodista.
Pero para López Obrador los ojos de los reporteros, los datos, las cifras oficiales, los documentos no son válidos si él así lo decide.
Max de Haldevang publicó un extenso reportaje en el que consultó a campesinos, organizaciones, especialistas y datos oficiales para mostrar esa realidad.
Este jueves, en La Mañanera, el presidente nuevamente expuso a un medio de comunicación, en este caso a El Universal, como "prensa mentirosa", y amplió el anuncio del próximo lanzamiento de un "ranking" titulado Quién es quién en los medios de comunicación.
Para quienes hacemos periodismo de investigación y de opinión basado en datos, fuentes confiables y documentos, resulta un insulto la pretensión del gobierno de calificar de "buen o mal periodismo" lo producido por profesionales que nos apegamos a metodologías propias de un oficio que amamos y respetamos.
Si la lupa para revisar y calificar lo que son "fake news" viene desde Presidencia, basta hacer un recorrido breve por las ocasiones en las que López Obrador ha intentado desmentir reportajes sustentados en datos, para comprender lo poco imparcial que resultará su valoración.
• 21 de mayo de 2019. Tras una publicación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad que reveló cómo el superdelegado de Jalisco, Carlos Lomelí, tenía participación en 11 farmacéuticas relacionadas a su familia y que obtuvieron contratos millonarios del gobierno federal, el Presidente dijo "son puras grillas, parte de una confrontación política". El reportaje contenía documentos, actas constitutivas y reporteo in situ que sustentaba la premisa.
• 11 de septiembre de 2019. Los periodistas Carlos Loret de Mola y Areli Quintero hicieron pública una investigación que mostró el patrimonio oculto de Manuel Bartlett, 16 veces más grande que lo declarado por él mismo, sólo en propiedades. El trabajo contenía documentos oficiales y registros públicos. "Es un intento por manchar al nuevo gobierno", dijo el Presidente.
• 11 de septiembre de 2020. El periódico Reforma publicó que el Gobierno de Macuspana tenía un faltante de 223 millones de pesos por lo que renunciaron las autoridades, entre ellas Concepción Falcón, cuñada de AMLO y síndico municipal, basado en sesiones del Congreso y reportes de la auditoría de la Comisión Inspectora de Hacienda del Congreso de Tabasco, a lo que él contestó: "pasquín inmundo, boletín del conservadurismo".
• 4 de marzo de 2021. Cuando el caso de Félix Salgado Macedonio escaló, The New York Times publicó que los dichos del presidente que buscaban respaldar al entonces candidato estaba creando grietas en Morena. "No investigan, calumnian", refutó.
• 14 de junio de 2021. Antes de que se revelara el peritaje oficial tras la tragedia en la Línea 12 del Metro, el New York Times publicó una investigación basada en documentos del Gobierno y un acercamiento a la evidencia en el lugar, en la que señaló que pernos metálicos no fueron soldados como se debía para entregar la obra antes de que se fuera Marcelo Ebrard. La respuesta de AMLO dejó ver que los medios habían tomado partido por estar "a favor del antiguo régimen".
¿Quién podrá creerle a un "Quién es Quién?" "La humanidad progresa. Hoy solamente quema mis libros; siglos atrás me hubieran quemado a mí", dijo en modo sarcástico Sigmund Freud, y pareciera que es lo que se quiere hacer en México desde el trono del poder: llevar a la hoguera al periodismo, teniendo como juez a quien también es parte y quien no tendría ningún tipo de autoridad para calificar o descalificar nuestro trabajo.