Columnas Social

Vibremospositivo

Te amaré siempre abuelo

Vibremospositivo

JORGE LÓPEZ

Hoy recordé nuestro primer momento juntos desde que tengo memoria y rápidamente me llevo a ese día que marco tu vida, que marco la mía.

Yo tenía 4 años, nos encontrábamos en la sala de tu casa, confundidos y tristes, fue el momento en que se fue tu amor, cuando se fue mi abuela.

La vida nos unió para siempre y creo que por eso nuestra conexión fue fuerte, es fuerte, única e increíble.

Creo que he sido muy afortunado, la vida me ha regalado y presentado situaciones sorprendentes, como el vivir de pequeño, al lado de tu casa. Ser vecinos me permitió disfrutarte y observarte durante muchos años, bien dicen que las acciones valen más que mil palabras y yo fui testigo de esto.

Parecía que solo estaba jugando en "tu cuadra" o en tu "calle", pero reunirme con mis primos en tu casa, utilizar tu pared para las escondidas, o jugar futbol en tu cochera, me ayudo a observarte.

Observe que eras un abuelo diferente, con un corazón inmenso, madrugador, trabajador, me sorprendí al ver que todo mundo te quería, que todo mundo hablaba bien de ti, siempre tenías una sonrisa, un "buenos días", un regalo, una flor, un "domingo" para tus nietos, unos dulces y chocolates para cualquier persona que se cruzara en tu camino.

Observe tu paciencia, tu amor a tu familia, tu disciplina, tu serenidad, cenar todas las noches tu "Conchita" de chocolate antes de dormir.

Escuche tus consejos mil y una veces "No tomes, no fumes, no hagas corajes", "la vida es hermosa", "Siempre le pido a Dios", "Cásate con una buena mujer", "Nunca hay que robar", "Sé bueno con todo el mundo"

También descubrí tu humor, tu alegría, tu picardía. Cuando te llamaba, te preguntaba ¿Abuelo, cómo estás? Y tú respondías "Como Santa Eleno, cada vez mejor".

Observé que te enfocabas en lo positivo, casi nunca te vi llorar, a excepción cuando le cantabas al retrato de mi abuela que tenías colgado en la pared y le gritabas emocionado "Mi Guadalupe". Pasaba el tiempo y te veía con admiración, era increíble tener un abuelo como un roble, con energía, con alegría.

Te observé comprando tus "Cachitos" de lotería, ganando muchas veces, perdiendo otras más, comparándolo con la vida, y decías "A veces se gana, otras se pierde"

Te observé protegiendo a los tuyos sin importar nada ni nadie, cuidar tu salud, comer sano, ser independiente, vivir solo pero siempre acompañado y visitado por tus hijos, nietos y bisnietos.

Cuando me fui de nuestra ciudad, porque la vida me lo propuso, seguimos en contacto, a lo lejos, por llamadas, con visitas momentáneas, con pensamientos, fotografías, periódicos y videos.

Cada vez que regresaba, pensaba, que tal vez era la última vez que te vería, por eso aprovechaba el tiempo para, más que hablar, escucharte, tomarte fotos en tu mecedora, aprenderte, cada segunda valía la pena, cada segundo era un momento único para mí.

Te observe bailando a tus 101 años, alegre, contento, vivaz, con tus ojos "pispiretos", coqueto, siempre impecable, rasurado, guapo y con esa boina que tanto te caracterizaba.

Te voy a extrañar abuelo, ya lo hago, tu bien sabes que me encantaba escuchar tus historias repetidas, tus consejos que muchas veces no he sabido llevar, me encantaba el simple hecho de verte fuerte, contra todo pronóstico, retar a la vida, retar a la edad. Tu bien sabes que entre tú y yo no había tiempo, no teníamos barreras, ni ideologías, estábamos conectados, estamos conectados.

Sé que ya no te veré físicamente, pero te seguiré escuchando, aún te escucho, te amaré siempre.

Hoy es difícil decirte adiós, pero es imposible no estar agradecido con la vida, de ponerme un abuelo que fue un ejemplo como ser humano por más de un siglo, no me queda más que recordar y siempre agradecer.

Podría escribir mil cosas más sobre ti, podría contar tu increíble historia a detalle, tu niñez difícil, tu llegada a Torreón sin dinero, tu humildad, tu ejemplo de superación, tu reconocimiento, tú endereza, tu amor, tu fortuna, tus victorias y derrotas, tu apoyo hasta el último momento con mis locuras, con mis videos, con mensajes, con anécdotas, con sonrisas, con bailes, con canciones, con el ejemplo. Podría decirte lo mucho que te admiro y lo importante que fuiste y que eres para mí. Pero me voy a quedar con el último recuerdo que me regalaste hace un par de semanas. Tú y yo, felices, comprando "cachitos" para pegarnos el gordo, hablando de "Lo bonita que es la vida" y cantando nuestra canción:

"Que lejos estoy del suelo donde he nacido, inmensa nostalgia invade mi pensamiento, al verme tan solo y triste cuál hoja al viento, quisiera llorar, quisiera morir, de sentimiento"

Te amaré siempre abuelo, no te fuiste, simplemente te reuniste con tu Lupita para observarnos y cuidarnos como siempre lo has hecho.

Hoy te regalo un "cachito" de mi corazón, aunque bien sabes, que ya lo tenías ganado-JL-

Leer más de Columnas Social

Escrito en: Vibremospositivo

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1932628

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx